El Gobierno nacional envió esta tarde al Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto para 2021, que prevé un crecimiento del 5,5% del Producto Bruto Interno, una inflación del 29 % y un dólar en torno a los $ 102,4, para fin del año.
La iniciativa, dada a conocer por el Ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán, precisa que para fin de este año el PBI cerraría con una caída de 13,6%, una inflación en torno al 32% y un dólar oficial alrededor de $ 81,4 promedio.
Este proyecto de presupuesto «define un camino de reconstrucción para levantarnos y volver a andar», dijo Guzmán esta tarde a la prensa, al referirse al envío del proyecto.
Uno de los principios fundamentales que animan al Gobierno es «impulsar la recuperación económica con un esquema de política fiscal expansiva y un Estado que cumple un rol fundamental para proteger a los sectores más vulnerables, incentivar el mercado interno y potenciar un crecimiento de la producción y de las exportaciones. Ejes esenciales para que nuestro país pueda sostener el crecimiento», dijo el funcionario.
Junto con esto, el proyecto apunta a la «sostenibilidad fiscal» la cual «requerirá de esfuerzo consistente para lograr un equilibrio» en las cuentas públicas, que cerrarán con un déficit primario equivalente a 4,5 puntos del PBI «compatible con un crecimiento inclusivo», añadió.
Las perspectivas para el año que viene apuntan a que las exportaciones crecerán 10,2% y las importaciones 16,3%, lo que dejará un saldo de balanza comercial superavitario en torno a los US$ 15.087 millones, por debajo de los US$ 17.260 estimados para este año.
El año próximo, el consumo privado aumentará un 5,5%, contra una baja del 13,6% estimada para este año, mientras que el Consumo Público subirá 2%, frente a la merma del 2,1% del 2020.
En tanto que la inversión, que este año se estima caerá 25,6%, aumentará 18,1% en el próximo, detalla el proyecto de Ley ingresado a la Cámara Baja.
Guzmán destacó que «los objetivos estructurales del Gobierno Nacional son construir un modelo de desarrollo sustentable en términos económicos, sociales y políticos que reúna en simultáneo cinco condiciones estructurales: inclusión, dinamismo, estabilidad, federalismo y soberanía».
El déficit fiscal en torno a 4,5 puntos del PBI «es un nivel que apunta a garantizar una recuperación sostenible de la actividad y el empleo y un fortalecimiento de la inversión pública en áreas estratégicas».
«Es un nivel adecuado y asequible en términos de financiamiento, compatible con la estabilidad y consistencia macroeconómica», además «la dinámica de los ingresos y el gasto públicos tenderá a normalizarse respecto a la excepcionalidad de 2020 en el marco de la pandemia Covid-19», destacó el titular de Economía.
Guzmán destacó que el Estado «tendrá un rol activo en el proceso de reconstrucción» y que este proyecto de Presupuesto «es para la recuperación económica».
El proyecto de Ley contiene prioridades estratégicas como la reactivación productiva, la generación de empleo, el apuntalamiento de las capacidades de innovación de las y los argentinos, el fortalecimiento de la educación y la salud.
Perspectiva de género
«Por primera vez en la historia argentina, el Presupuesto incorpora la perspectiva género y diversidad», destacó el Ministro.
La infraestructura volverá a ser un motor de la economía, la generación de empleo y la competitividad de las empresas argentinas con un criterio inclusivo y federal.
«Para eso duplicaremos la inversión real en infraestructura productiva y social respecto a 2019, a partir de una inversión proyectada en $835.000 millones o 2,2% del PBI», destacó.
Un segundo pilar será una «recuperación sustentable requiere no sólo de políticas de demanda sino también de políticas productivas que generen mayor capacidad de oferta agregada futura».
«Será crucial apoyar financieramente a nuestras empresas en esta etapa de recuperación y de un necesario cambio estructural, especialmente de todo el entramado PyMe. En la misma línea, recuperaremos el valor de nuestro sistema científico tecnológico», sentenció el ministro.