Entre el 18 y el 20 de septiembre, la comunidad judía recibe el año 5781 y en el contexto de pandemia, la celebración será sin las tradicionales multitudinarias reuniones familiares o las ceremonias en los templos. En su lugar estarán las videollamadas familiares, ceremonias religiosas vía streaming y activismo solidario.
Los judios, en todas sus vertientes religiosas o laicas, conmemorará el Rosh Hashaná, mientras se aguarda diez días después la conmemoración del Día del Perdón, otra de las festividades más importantes para ese pueblo. «Va a ser extraño y nuevo porque la festividad de Rosh Hashaná y la conmemoración de Yom Kipur son momentos de encuentro comunitario, que incluso superan el sentido familiar, pero apostamos a que nos podamos reunir de manera presencial el próximo año», dijo a Télam Daniel Goldman, rabino de la comunidad Bet El de Buenos Aires.
«Rosh Hashaná conmemora la simbólica creación del mundo hace 5781 años y hace que nos preguntemos para qué estamos en este mundo y cuál es nuestra misión», explicó Goldman y aclaró que «por recomendación de los médicos de nuestra congregación decidimos hacer los servicios religiosos vía streaming».
Por su parte, Leonardo Naidorf, director de la organización educativa Limud, aseguró que «buscamos potenciar el carácter celebratorio en este año en particular porque no hubo muchas ocasiones para festejar».
La organización que preside realiza desde hace siete años en los parques porteños el «Rosh Hashaná Urbano», que celebra el nuevo año judío de forma abierta con los ciudadanos con ferias de comida y productos típicos y actividades culturales.
«Nos gusta celebrar de forma abierta y darle un carácter de diversidad al festejo ya que el judaísmo no tiene una única forma de vivirse; ampliamos el abanico para que todos se sientan incluidos», indicó Naidorf y explicó que como esta vez no puede festejarse en el espacio púbico, replicarán las actividades vía online.
«Este año no podemos hacer el festejo; entonces decidimos, por un lado, poner a disposición nuestras redes sociales para que los gastronómicos que estaban en la feria puedan tener más ventas y visibilidad, incluso muchos emprendimientos que surgieron en la pandemia’, aseveró.
«Por otro lado, recreamos los contenidos culturales en una transmisión vía streaming el domingo a pasado por nuestro canal de Youtube, donde hubo bandas en vivo, cocina de comida judía y juegos», agregó.
Alex Schapiro, de Hashomer Hatzair Argentina, dijo a Télam que «el Año Nuevo y el Día del Perdón son las altas fiestas hebreas, son momentos de mucha festividad donde se remarca la cuestión comunitaria», y aseveró que «en estos momentos donde no podemos juntarnos hay que agudizar el ingenio, algo que caracteriza al pueblo judío».
«Las videoconferencias van a ser la vía para sentirnos conectados en este momento de aislamiento, ya que para cuidarnos tenemos que quedarnos en casa, por eso vamos a dar talleres virtuales de amasado de jalá gula», contó Schapiro sobre el tradicional pan redondo trenzado que es costumbre en estas fiestas.
El 27 de septiembre convocarán también a jóvenes que tengan interés en reflexionar sobre la pandemia. «Sobre cómo está cada uno y sobre el sufrimiento de los otros en el mundo», detalló Schapiro, y precisó que «vamos a colaborar con la campaña solidaria de AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), porque uno de los principales mandatos de estas fiestas es reparar el mundo, para que el año que viene sea mejor».
Tras los festejos del Año Nuevo judío, a los próximos 10 días hasta llegar al Día del Perdón (27 y 28 de septiembre) se los conoce como Yamim Noraim, donde según la mirada religiosa se llama a hacer una «introspección y reflexión», explicó Goldman.
«En Yom Kipur se conmemora el Día del Perdón; todos aquellos errores que hemos realizado durante el año y lo que hacemos es mediante la oración solicitar el perdón divino y humano», manifestó el rabino.
Con la llegada de las festividades de la comunidad, también se dio un espacio para reflexionar sobre cómo la pandemia del coronavirus impactó a las personas.
«En momentos como estos se ve la limitación, yo tampoco tengo las respuestas porque vivo las mismas angustias. Priorizamos el acercamiento con la gente y aprovechar para darnos cuenta cuáles son las cosas prioritarias de la vida», aseguró Goldman.
Para Naidorf, «la pandemia nos planteó el desafío positivo de llegar a más gente. Queremos que la celebración sea participativa porque por el aislamiento hay mucha gente que se siente sola».
«En este momento la contención pasa por charlar mucho con el otro, tratar de respetar los tiempos y de mantener los cuidados. También está bueno hacer una mirada crítica del mundo en que vivimos y valorar lo que tenemos alrededor», concluyó Shapiro. (Télam)