Arabia Saudita reclamó hoy una «posición internacional firme» para garantizar que Irán no avance en su desarrollo nuclear y ponga fin a su programa de misiles balísticos y a su «interferencia» en los asuntos internos de otros países de la región.
El rey Salman bin Abdelaziz, monarca saudita, expresó durante su discurso ante la Asamblea Nacional de Naciones Unidas (ONU) que su país «extendió su mano a Irán para la paz» durante las últimas décadas, pero que estos esfuerzos «no dieron resultado».
«Una y otra vez, el mundo presenció cómo el régimen iraní explotó estos esfuerzos para intensificar sus actividades expansionistas, que causaron solo caos, extremismo y sectarismo, crear sus redes terrorismos y usar el terrorismo», remarcó.
Asimismo, volvió a acusar a la República Islámica de los ataques del año pasado contra instalaciones petroleras saudíes y sostuvo que «la experiencia con el régimen iraní demuestra que las soluciones parciales y el apaciguamiento no detienen sus amenazas a la paz y la seguridad internacional».
«El régimen iraní interfirió en Yemen apoyando el golpe dado por sus agentes, los hutíes, contra el Gobierno legítimo, lo que causó una crisis política, económica y humanitaria», criticó.
En este sentido, dijo que «los rebeldes yemeníes obstruyeron los esfuerzos para lograr una solución política en Yemen y rechazaron los esfuerzos para rebajar la situación», incluida su negativa a aceptar el alto el fuego anunciado en abril por la coalición encabezada por Riad.
Yemen, el país más pobre de la península árabiga, está sumido en una guerra entre rebeldes chiitas hutíes y el Gobierno reconocido internacionalmente, apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudita, que desde 2015 lleva adelante una campaña de bombardeos y un bloqueo total, con el objetivo de asfixiar y derrotar al movimiento insurgente aliado de Irán.
Tras más de cinco años de guerra, la ONU designó a Yemen como la peor crisis humanitaria en el mundo -con más de 100.000 de muertos, más de 3 millones de desplazados y más del 84% de la población dependiente de ayuda externa alimentaria para sobrevivir.
El rey saudita hizo hincapié en que su país «no dudará a la hora de defender su seguridad nacional ni abandonará al hermano pueblo de Yemen hasta que recupere su soberanía total y su independencia de la hegemonía iraní», reseñó la agencia de noticias DPA.
Por otra parte, señaló que la paz en Medio Oriente «es la opción estratégica de las autoridades saudíes» y agregó que «no escatimará esfuerzos para trabajar de cara a lograr un futuro brillante en el que la paz, la estabilidad la prosperidad y la coexistencia prevalezcan entre los pueblos de la región». (Télam – Foto ABC.es)