Personal de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), junto a operarios de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), trabajan desde el viernes pasado en la zona del acueducto Anfama – San Javier, que capta agua en la alta montaña y la transporta para su distribución y consumo en Horco Molle y en parte de El Corte y Lomas de Imbaud (Yerba Buena), informaron desde la casa de altos estudios.
Los no docentes universitarios que intervienen pertenecen a Residencias Universitarias (RU) y a Construcciones Universitarias, la primera dependiente de la Secretaría de Bienestar Universitario (SBU).
El secretario de Bienestar Universitario, ingeniero agrónomo Gustavo Vitulli, señaló que “es un trabajo inconmensurable que realizan nuestros compañeros no docentes, liderados por el ingeniero agrónomo Rubén de la Orden -director de RU- para mantener en condiciones operativas este acueducto, que es la primera gran obra que encaró la UNT en la denominada Ciudad Universitaria, ya que era agua lo primero que se debía tener para su construcción y posterior desarrollo de la ciudad adyacente que se conformaría con gente vinculada a nuestra Casa de Estudios y se instalaría en esa zona”.
“Nuestra Universidad, desde siempre, se hizo cargo del mantenimiento de dicho acueducto; es parte de nuestro compromiso institucional con la sociedad de Tucumán”, precisó.
En este punto, el funcionario describió la magnitud y alcances de los trabajos. “Hoy tenemos varios problemas que enfrentar: falta de lluvias, toma de agua colmatada con ripio y arena y volumen de agua insuficiente para atender la demanda; apenas alcanza para cubrir el consumo de la gente de la Universidad que vive en la zona y recibe esa agua”, explicó.
“Por eso, ahora estamos trabajando para recuperar la toma extrayendo los sedimentos y lograr el máximo aprovechamiento del agua que estamos captando”, agregó.
Sobre el trabajo de los operarios, Vitulli detalló que “como las cañerías son de hierro fundido -de muchos años de antigüedad-, su reparación requiere de gran esfuerzos del personal, trasladando hasta el lugar los equipos necesarios para poder trabajar; incluso, para las tareas de estos días contamos con el apoyo de una pala excavadora, con la finalidad de reparar los quiebres o fisuras del conducto y soldar los tramos que se reemplazan”. “Todas estas tareas podemos encararlas gracias al trabajo conjunto entre los no docentes de la UNT y los operarios de la SAT”, reafirmó.