La Liga Nacional volverá en forma de burbuja y será determinante el respeto del protocolo sanitario que armó el médico Diego Grippo. «El éxito de estas burbujas dependerá del estricto cumplimiento de las guías que FIBA ha enviado y que nosotros hemos adaptado estudiando muchos casos de competencias en distintos países», explicó el autor.
El dossier incluye la explicación de por qué es la mejor vía y detalla cómo serán los traslados, los controles médicos, las comidas, los alojamientos, entrenamientos, partidos y el rol de los recursos humanos y los medios de comunicación.
«No sólo me refiero a jugadores o entrenadores. Acá un periodista o un cocinero, por mencionar dos funciones al azar, pueden insertar el virus en la burbuja y generar una propagación», agregó el consultor en Salud y Deporte de la CABB.
El bahiense habló de la importancia de los dos tests que deberán realizarse los protagonistas en la semana previa a viajar. Una tercera prueba será obligatoria antes de comenzar los partidos y, posiblemente, en algunos casos, una cuarta, si hay sospechas durante la disputa del torneo.
«El tema de chocar los cinco o ‘nos juntamos a charlar y tomar mate en la habitación del utilero’ no pueden pasar, por ejemplo. En eso necesitaremos la responsabilidad de todos los involucrados», pidió el médico.
Habrá un hotel exclusivo para los protagonistas y otro para las demás personas que formarán parte de la vuelta de la Liga. Los jugadores se alojarán en habitaciones individuales con limpieza diaria de la misma. Además, cada jugador deberá llevar una muda de ropa, un kit de higiene personal y un par extra de zapatillas extra, para juego y entrenamiento.
En las ciudades habrá dos centros de salud destinados a la competencia: uno para posibles enfermos de Covid y el otro para atender lesiones o cuestiones habituales que sucedan en un torneo. “Si hay un positivo o alguien con sintomatología de Covid, se lo aislará en otro piso del hotel que estará especialmente preparado para ese fin”, detalló Grippo.