Manuel Merino, extitular del Congreso unicameral de Perú, asumió hoy como presidente del país tras la destitución ayer del mandatario Martín Vizcarra por «incapacidad moral» debido a un caso de presunta corrupción.
Merino se convirtió en el tercer presidente de Perú desde 2016, reflejo de la fragilidad institucional que caracteriza al país, y ratificó que «se respetará el proceso electoral en marcha» que indica que habrá comicios el próximo 11 de abril
«Asumo con honor y alta responsabilidad el rol de la Presidencia. Es un momento difícil para el país. La población nos mira con expectativas y a la vez con preocupación», indicó Merino en su primer discurso como mandatario.
«Es innegable que atravesamos una crisis que hace que nos enfrentemos a dilemas permanentes y a decisiones constantes y la tarea de los que asumimos un deber con el país es actuar siempre con responsabilidad y madurez», añadió.
Merino además indicó que el Congreso actuó «con el debido proceso» en la destitución de Vizcarra, en lo que fue el segundo juicio político en su contra en menos de dos meses, tras denuncias de que había recibido sobornos cuando era Gobernador de la región sureña de Moquegua en 2014.
«Acá no hay nada que celebrar, es un momento muy difícil para el país y tenemos que asumirlo con entereza moral y valor democrático», dijo Merino que se ganó los primeros aplausos del hemiciclo al subrayar que «se respetará el proceso electoral en marcha» con los comicios de abril y la asunción del próximo Gobierno pautada para el 28 de julio de 2021.
«Los órganos electorales deben tener la confianza en que su trabajo independiente está garantizado y que se le otorgará todos los recursos que necesiten para cumplir cabalmente con su misión», manifestó el ingeniero agrónomo que se hizo con un escaño en los comicios extraordinarios de enero, convocados por Vizcarra tras disolver constitucionalmente el Congreso.
Su elección como jefe del Parlamento fue impulsada por la bancada de Acción Popular, el partido de centroderecha al que pertenece desde hace 41 años y primera minoría en el Cámara.
El flamante presidente se reunió primero con los comandantes generales de las Fuerzas Armadas, quienes le expresaron su respaldo, y después recibió la banda presidencial de mano de Luis Valdez, que se convirtió en titular interino del Congreso.
En el inicio de la sesión, que comenzó a las 12:33 (hora de Argentina) tras certificar la existencia de quórum, se leyó el artículo 115 de la Constitución peruana que menciona la línea de sucesión presidencial y que legaliza al hasta ahora titular del Parlamento a reemplazar al jefe de Estado ante «un impedimento temporal o permanente».
Afuera del Congreso, ubicado en el centro de Lima, hubo protestas contra la asunción de Merino y la policía acordonó el perímetro del edificio en el que funciona el órgano legislativo.
El nuevo mandatario dijo que la salud será una de sus prioridades en referencia a que Perú, con más de 922.000 casos y casi 35.000 muertos por coronavirus es el país con mayor tasa de mortalidad por habitante en la pandemia.
«Tenemos que hacer el esfuerzo de ser el país con el peor manejo de la pandemia y garantizar las medidas necesarias para que una segunda ola no nos encuentre con una vulnerabilidad como cuando empezó la emergencia sanitaria», comentó.
En su primer discurso, Merino también marcó como prioridades la reactivación económica, la creación de empleo, la educación, la seguridad y la lucha contra la corrupción.
Justamente, Vizcarra fue removido ayer del cargo por una amplia mayoría de 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones del parlamento, en la moción de vacancia ante la denuncia que, el ahora expresidente, recibió 2,3 millones de nuevos soles (equivalentes a poco más de 630.000 dólares al cambio actual) a cambio de otorgar dos contratos de obras públicas cuando era gobernador de Moquegua.
Vizcarra, que niega los cargos, descartó iniciar acciones legales para resistir la decisión del Parlamento y dijo que se marchaba de inmediato del Palacio de Gobierno a su vivienda particular.
«Salgo del Palacio de Gobierno como entré hace dos años y ocho meses: con la frente en alto», declaró ante la prensa, rodeado de sus ministros, en el patio de la casa de Gobierno.
«Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido», agregó Vizcarra, quien gozó de niveles récord de popularidad en sus 32 meses de Gobierno, lo que se reflejó con marchas y cacerolazos en su apoyo en Lima y otras ciudades tras ser destituido.
Esa denuncia trascendió pocos días después de que Vizcarra saliera airoso de otra moción de vacancia, el 18 de septiembre pasado, cuando se revelaran unos audios en los que supuestamente pedía a unas funcionarias que mintieran ante una comisión parlamentaria que investigaba la contratación irregular de un cantante.
Vizcarra tuvo un destino similar al de su predecesor, Pedro Pablo Kuczysnki (2016-2018), quien no pudo completar su mandato al verse forzado a dimitir por presiones del Parlamento.
La Fiscalía debería abrir una investigación al ahora exmandatario por las denuncias sobre los supuestos sobornos cuando era gobernador, ahora que perdió su inmunidad tras ser destituido.