Dulce de batata: alternativa de diversificación para minifundistas cañeros de Simoca

En una propuesta conjunta entre el Gobierno de Tucumán y el INTA Famaillá, previo a la pandemia de Covid 19, se inició el Proyecto “Producción de dulce de batata en un sistema de rotación del cultivo de la caña de azúcar en los minifundios cañeros del Departamento Simoca, Tucumán”.

Con la participación de más de 30 productores minifundistas de la zona se cubrirán, aproximadamente, 100 hectáreas de batata rotadas con caña en 15 lotes. Para procesar la producción fresca de este emprendimiento, se encuentra proyectada una fábrica de dulce de batata que será construida por el gobierno provincial.

La principal actividad económica del Departamento Simoca, ubicado en la llanura deprimida de Tucumán, es la producción de caña de azúcar. La superficie con este cultivo es de 39.000 ha distribuidas entre 1.800 explotaciones, de las cuales el 80% es minifundista (entre 5 y 20 ha). El número de cañeros ronda los 1.500; el 40% de ellos posee como máximo 10 ha cultivadas. Se trata de un sistema de monocultivo con renovación cada seis a siete años, lo que permite que el 15% de la superficie sea renovada anualmente. En ese periodo se puede implementar económicamente el cultivo de batata, ya que es anual y adaptable al ecosistema de la zona.

“Este sistema de rotación, manejo sustentable y aprovechamiento industrial del cultivo de batata mejoraría sustancialmente el ingreso del cañero y favorecería el arraigo de la familia en el predio minifundista”, coinciden los ingenieros agrónomos Néstor Zamudio (Profesional asociado INTA Famaillá), Gustavo Nieva (INTA AER Simoca) y Pablo Acosta (Dirección de Agricultura de la SAAyA), asesores técnicos.

En este escenario, la finalidad del proyecto es generar un sistema de producción rentable y sustentable de batata con destino industrial que contemple la provisión, en una primera etapa, y una posterior autoproducción de plantines sanos. Y, de esta manera, contribuir a la implementación de un sistema de rotación de la caña de azúcar que permita rotar el 50 % de la superficie del departamento Simoca en un período de tres años, mejorando la rentabilidad, la calidad de vida y el arraigo local.

Siembra de batata.

Para la plantación de las 100 ha de batata proyectadas, se requieren 2,4 millones de plantines aproximadamente, a generar en unos 3.000 m² de almácigos. Para ello, técnicos de la AER Simoca y la Dirección de Agricultura de la SAAyA seleccionaron 3 lotes de 1.100 m² cada uno en las localidades de Güemes, Los Pérez y El Jardín. Luego de una serie de capacitaciones sobre manejo de los almácigos y trasplante, el 7 de agosto se inició la plantación con el uso de 10 kg de batata seleccionadas de la variedad Paraguaya-INTA, desinfectadas en una solución del fungicida Captan al 50%. Los almácigos fueron cubiertos con plástico de 70 micrones para mantener la temperatura óptima para la brotación de las raíces tuberosas. Se controló malezas de hoja ancha con Metribuzín al 48% y, en forma mecánica, el cebollín (Cyperus rotundus) y algunas gramíneas anuales. Con una frecuencia de 2 riegos diarios por goteo se mantuvo la humedad adecuada de los almácigos. La emergencia de plantines se inició a los 45 días de la plantación. Se verificó la presencia de plantas enfermas y atípicas, es decir, que correspondieran a la variedad o identidad genética.

Debido a la situación de pandemia, las capacitaciones sobre trasplante se llevaron a cabo durante 2 jornadas en los campos donde se encuentran los almácigos, manteniendo el distanciamiento social y demás recomendaciones brindadas por las autoridades sanitarias del COE en la provincia.

A partir de la segunda quincena de octubre se inició la extracción de plantines -de un tamaño aproximado de 20 cm- para el trasplante definitivo, previa desinfección de las raíces con una solución fungicida de Captan al 50%. Posteriormente, se confeccionaron bordos distanciados a 1,5 m y, previo riego, se plantaron cuatro plantines por metro lineal.

“Las proyecciones a futuro del proyecto son la selección a campo de plantas sanas con identidad genética (que representen a la variedad), para luego usar los batatines y generar nuevos almácigos. También, la cosecha escalonada de la producción para la entrega a la planta industrial. En materia de formación, se prevé continuar con las capacitaciones destinadas a los productores participantes”, indicaron los técnicos asesores.

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