El Congreso de Perú se aprestaba a designar esta noche un nuevo presidente de la república, que por primera vez en la historia será una mujer, después de que Manuel Merino renunciara hoy, jaqueado por las protestas que rodearon su fugaz gestión y emplazado por el propio parlamento que lo había ungido seis días antes, tras la destitución de Martín Vizcarra.
El pleno del parlamento inició poco después de las 20.30 (las 22.30 en la Argentina) el debate sobre la constitución de su nueva junta directiva, después de que Luis Valdez, quien había quedado a cargo tras la promoción de Merino, dimitiera también esta tarde.
Finalmente se presentó una sola lista, integrada por mayoría de legisladores que votaron contra la remoción de Vizcarra y encabezada por la hasta ahora jefe de la bancada del Frente Amplio (FA) izquierdista, Rocío Silva Santisteban, quien de ese modo se convertirá en la primera mujer al frente del Ejecutivo peruano.
Merino anunció su dimisión poco después de este mediodía, cinco días después de haber asumido, en medio de masivas protestas en su contra y luego de que el Congreso lo exhortara a dejar el cargo bajo la amenaza de destituirlo de todos modos.
«Quiero hacer reconocimiento a todo el país que presento mi renuncia», declaró Merino en un mensaje al país por televisión, lo que desató una celebración en las calles de Lima, al día siguiente de la violenta represión de unas protestas que dejó dos muertos, más de un centenar de heridos y al menos 11 desaparecidos.
El elegido será el tercer mandatario en menos de una semana, en una nación muy golpeada por una crisis política que caracterizó al actual período quinquenal de gobierno -iniciado el 28 de julio de 2016-, agravada por la pandemia de coronavirus y la consecuente recesión económica.
Merino dijo que para que no hubiera «vacío de poder», los 18 ministros que él juramentó el jueves seguirían en sus puestos de manera temporal, aunque prácticamente todos habían renunciado luego de la represión a los manifestantes.
Las protestas contra la destitución de Vizcarra y su reemplazo por Merino tuvieron anoche las dos primeras víctimas fatales, dos jóvenes de 24 años y al menos uno de ellos en un enfrentamiento con efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP), según la Defensoría del Pueblo de Lima.
Paralelamente, el Ministerio de Salud informó este mediodía que al menos 107 personas fueron atendidas por «distintos tipos de lesiones» producidas durante las protestas de anoche, de las cuales 34 continuaban internadas.
A la vez, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos publicó esta madrugada una lista de 41 ciudadanos no ubicados tras las protestas de anoche, de los cuales 30 ya habían sido hallados y 11 permanecían desaparecidos, según reportaron esta noche el diario El Comercio y la televisora Panamericana.
Más temprano, el Tribunal Constitucional (TC) reclamó en Twitter a la PNP «la inmediata ubicación, identificación y puesta a buen recaudo de los más de 40 desaparecidos durante las recientes protestas».
La represión de las protestas fue cuestionada también por la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), entre otras organizaciones.
Al revés de lo que sucedió el lunes pasado, cuando el Congreso removió a Vizcarra y hubo consenso en que Merino debía completar el período porque las próximas elecciones ya están convocadas para el 11 de abril de 2021 -la Constitución establece que si un presidente del parlamento asume el Ejecutivo debe llamar a comicios «de inmediato» pero no fija un plazo preciso para ello-, no era seguro que quien sea designado esta noche vaya a permanecer en el cargo hasta julio del año que viene.
Eso se debe a que el TC aún no se pronunció sobre la validez de la destitución de Vizcarra -tenía previsto hacerlo el miércoles próximo y hoy anunció que adelantó esa tarea para mañana- y la bancada del Partido Morado propuso que Vizcarra sea repuesto en el cargo.
El jefe del bloque del Partido Morado, Francisco Sagasti, era el candidato a primer vicepresidente del Congreso, lo que lo dejará automáticamente a cargo de ese poder una vez que su titular asuma la presidencia de la república.
Perú vive una inédita crisis institucional que en lo que va del presente período de gobierno se cobró la caída de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski (en marzo de 2018), su sucesor Vizcarra el lunes pasado y hoy Merino, y la disolución de un Congreso (en septiembre de 2019).