El Congreso de la Nación aprobó hoy la fecha del 21 de agosto como el «Día de la Futbolista Argentina», que a partir de 2021 podrá celebrarse oficialmente en todo el país, después de que la Legislatura porteña hiciera lo propio el año pasado.
La propuesta, que venía de la Cámara de Diputados, recibió hoy el aval definitivo del Senado.
Ese día fue elegido en honor a Elba Selva, futbolista argentina que en el Mundial de México de 1971 convirtió cuatro goles frente a Inglaterra.
Desde aquel entonces ese grupo denominado “Las Pioneras” colocó la piedra fundamental para todas las futbolistas argentinas que jugaron entre las décadas del 50 y 90, cuando el deporte no solo era amateur sino que ni siquiera recibía ningún tipo de ayuda económica.
Por eso el año 1971, cuando un grupo de 17 futbolistas argentinas viajó a México para disputar un Mundial que, si bien no fue reconocido por la FIFA y no tuvo la cobertura que hoy sí tienen los torneos ecuménicos femeninos, marcó un antes y un después para la selección nacional.
Y a esa falta de apoyo la sintieron ese grupo de mujeres que viajó sin entrenador, sin auspiciantes, con poco dinero y ropa donada para cumplir su sueño mundialista.
Una vez en México, las futbolistas realizaron todo tipo de actividades destinadas a recaudar dinero y así poder pagar su viaje de regreso y más que nada la estadía, pero valió la pena porque aquel 21 de agosto, en un Estadio Azteca colmado como en la final de Argentina-Alemania del Mundial masculino de 1986, vencieron por 4 a 1 a Inglaterra con los cuatro tantos de Elba Selva.
Y Selva, en estos días sensibles para todos los argentinos por la muerte de Diego, fue la «Maradona» de aquel momento, 15 años antes del mencionado título mundial de los varones en el mismo escenario,
Selva es zurda y tiene justamente 15 años más que los que hoy tendría Diego, y en aquel Mundial de México 1971 también lució la camiseta albiceleste con el número 10 en el dorsal.
Pero su participación estuvo en duda hasta último momento, ya que en ese año Selva, que nació en la ciudad de General Rodríguez, lindera con Luján, en el oeste bonaerense, trabajaba en una fábrica de alambres y tenía un hijo de dos años junto a su marido Raúl, por lo que dudaba en dejar todo por un tiempo prolongado e irse a México.
Pero su esposo la convenció y finalmente viajó para escribir una historia que hoy, casi medio siglo después, el Senado de la Nación reconoció por 67 voto a 0 para que el fútbol femenino en general, y las futbolistas en particular, tengan su día para celebrar en todo el país.
«Desde aquel 21 de agosto siempre dije que el gol que más me gustó de los cuatro que marqué fue el primero, porque Inglaterra era una potencia y yo estaba feliz de haberle anotado. Ni soñaba con que le iba a hacer tres más. Pero la imagen inolvidable fue la de escuchar a mucha gente cantando ‘Ar-gen-tina, Ar-gen-tina’, en medio de un estadio colmado por unas 100.000 personas», le contó poco tiempo atrás Selva a Télam.
«En ese entonces en Argentina no había mujeres futbolistas y por eso cuando regresamos no nos recibió nadie. Solamente nuestras familias. Por eso me desilusioné mucho y me terminé alejando del fútbol», reveló Selva, que hoy tuvo su doble recompensa, por este reconocimiento y porque ya hay jugadoras que son profesionales, y nadie podrá quitarle su condición histórica de «pionera».