El racismo embozado en mensajes de algunos de Los Pumas llamó a especialistas a pedir políticas públicas contra la discriminación

Ante la polémica producida por los dichos racistas, xenófobos y de odio de clase de tres integrantes del equipo argentino de rugby, especialistas advirtieron que esos tuits revelaron discursos discriminatorios que circulan en toda la sociedad y llamaron a dar una discusión seria sobre esos mensajes «más allá de Los Pumas» y elaborar políticas públicas para combatirlos.

«Estos tuits expresan cuestiones más generales que van más allá de Los Pumas. La profundización de la desigualdad va generando un aumento de la xenofobia y la discriminación cuando la situación social se radicaliza cada vez más», dijo a Télam Daniel Feierstein, doctor en Ciencias Sociales e investigador del Conicet.

Alejandro «Joma» Mamaní, abogado e integrante de Identidad Marrón, aseguró que «esos tuits fueron publicados hace ocho años, pero en ese entonces también era racismo. Hay que hacer una valoración estructural, si bien esos tuits fueron personales, no son excepcionales y reflejan una situación social en torno al racismo».

Identidad Marrón es un colectivo relativamente reciente, compuesto por «personas marrones hijxs y nietxs de indígenas y campesinos de América», según su propia definición.

Feierstein explicó que «se ve un cambio que lleva un par de décadas en el discurso discriminatorio que transformó a la población que está en situación de carencia en una ‘carga’ para los demás en vez de pensar en hacernos cargo de los problemas del conjunto de la sociedad».

«Ese discurso de lógica individualista, donde se rompe la idea de destino común, facilita este tipo de miradas. Lo que pasó con Los Pumas no expresa solamente a un conjunto de jugadores de rugby sino que son discursos que están circulando cada vez con mayor difusión y de capacidad de interpelar. No son los primeros ni los únicos que piensan y se expresan de esa manera», alertó.

La polémica se inició la semana pasada tras la muerte de Diego Maradona, donde la falta de un homenaje por parte del seleccionado nacional de rugby despertó las críticas hacia los jugadores.

Luego, en redes sociales aparecieron tuits viejos de Pablo Matera, Guido Petti y Santiago Socino que decían, por ejemplo, que «el odio a los bolivianos, paraguayos, etc. nace de esa mucama a la que una vez se le cayó un pelo en tu comida», según escribió el capitán de Los Pumas.

Ante estos mensajes racistas y discriminatorios, el Inadi expresó su preocupación y advirtió que deben ser analizadas críticamente y consideradas como conductas antideportivas.

«Estos tuits muestran que el racismo sí anida en Argentina, y el Estado tiene que trabajar para que deje de existir. Creo que la UAR tiene que tomar cartas en el asunto.» dijo la titular del organismo, Victoria Donda, a través de un comunicado.

Por su parte, la DAIA afirmó que «el odio y el racismo con el que se refiere a diferentes colectivos deja en evidencia el desprecio por la igualdad y la diversidad humana de quien hoy es uno de los representantes de la Argentina en el campo del deporte internacional».

Tanto Feierstein como Mamaní opinaron que se debe dar una discusión sobre el racismo en Argentina, y llamaron a combatir esta problemática con políticas públicas.

«Combatir estos discursos requiere ir a las bases de cómo se construyen. Uno podría resolverlo sólo con la sanción, que es algo útil, pero de ninguna manera suficiente. Requiere campañas de promoción a nivel estatal, una reflexión en el espacio mediático y políticas en el campo educativo», opinó Feierstein

«Se tiene que dar una discusión amplia de lo que implica constituir una comunidad, la sanción de la sociedad sobre estos dichos es algo valorable pero no alcanza», agregó

Mamaní aseguró que «hay que hablar de que hay racismo en Argentina. Es un momento para aprovechar socialmente para visibilizar y reflexionar ya que en Argentina nunca hemos tenido un debate serio respecto al racismo».

El integrante de Identidad Marrón explicó que desde el Estado Nacional se debe trabajar en la temática ya que «no hay indicadores de racismo en Argentina, ni tampoco un acceso igualitario a los derechos humanos de las poblaciones racializadas».

«El Estado tiene la obligación de políticas públicas, pero también las empresas. La lucha contra el racismo tiene que ser en todos los contextos, no solamente donde están las cámaras», advirtió.

«Llegó el momento de que las personas que sufren el racismo salgan a hablar y pedir políticas públicas sin tutelaje. Las poblaciones racializadas tenemos como problema que siempre terminan hablando por nosotros», concluyó el activista.

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