No pudo festejar en el Turismo Nacional, pero el cuarto éxito en su campaña dentro del Turismo Carretera, le servirá de consuelo a Julián Santero tras la segunda fecha de la Copa de Oro. También para borrar el sabor amargo que le había dejado la cita del 2019, cuando venció con el Ford de Emanuel Moriatis pero, un rato después, fue penalizado por reemplazar los neumáticos en una vuelta que no le correspondía.
Tras la partida, en la recta opuesta, Santero se metió al frente del pelotón, seguido por Agustín Canapino, Gastón Mazzacane, Jonatan Castellano, Nicolás Bonelli y Mariano Werner, por lo que no hubo modificaciones en las primeras posiciones. José Manuel Urcera, en tanto, uno de los protagonistas del torneo, pasó en el puesto 36 cuando se cumplió la segunda ronda.
Sin cambios en la punta, las emociones se daban atrás, con un toque entre Facundo Ardusso y Emiliano Spataro, y un despiste de Juan Martín Trucco, quien quedó en la leca y obligó al ingreso del Auto de seguridad.
En el reinicio, Santero siguió dominando con la sombra de Canapino detrás, mientras que Juan Pablo Gianini realizó un trompo y perdió buenas chances de sumar fuerte para la Copa. Pero con el correr de las vueltas, el mendocino se escapó en la punta de la carrera y Canapino empezó a mirar por los espejos a Mazzacane.
Cuando Santero abrió el 12° giro, un golpe de escena se dio en la competencia y en el campeonato, porque el campeón Canapino ingresó a boxes por la rotura del motor del Chevrolet. Al mismo tiempo, Laureano Campanera sufrió un accidente con su Chevy y el Pace Car nuevamente ganó protagonismo.
En el relanzamiento, Mazzacane se jugó por afuera pero no le alcanzó para superar a Santero, y Castellano aprovechó para pegarse a la cola del Chevrolet. Werner, en tanto, se colocaba cuarto, expectante, y Juan Cruz Benvenuti, de gran avance, quinto. Pero un incidente entre Facundo Della Motta, Diego Ciantini y Juan Tomás Catalán Magni, quien se quedó con el Ford herido en la pista, otra vez llamó al Auto de seguridad.
Cuando las máquinas volvieron a acelerar, Santero otra vez tomó el liderazgo pero con Mazzacane pegado detrás. En el medio de la fila, Valentín Aguirre hizo un trompo (su Dodge tenía un golpe en el baúl) y perdió toda posibilidad de llegar a la última fecha con chances de pelear por el título.
“Estoy muy feliz, muy agradecido con el Memo Corse y con el Alifraco Sport por el trabajo que hicieron. Me tomé revancha del año pasado, cuando había ganado, así que estoy muy feliz”, indicó el cuyano antes de subir al podio.
Werner, en tanto, más líder del certamen que nunca, también reconoció la tarea del grupo de trabajo. “Estoy contento, agradecido a todo el equipo y fue una carrera muy exigente. Veníamos con un ritmo muy parejo y no quería tirarme porque Castellano venía cerca. Tenemos muy buenas expectativas para el fin de semana que viene”, indicó el entrerriano.
Con estos resultados, Werner se consolidó en la cima de la Copa de Oro, con 101.50 puntos, quedando a 18 de Benvenuti, con 70.50 en juego la próxima semana, cuando se defina el campeonato 2020.