Llegó el día. Después de meses de espera, Argentina comenzó a vacunar a sus ciudadanos en la lucha contra el coronavirus. Desde las 9 de la mañana, médicos, profesionales y empleados de la salud que trabajan en la primera línea para combatir la Covid-19 llegaron al Hospital del Este Eva Perón, en Banda del Río Salí, para recibir la vacuna Sputnik V.
El circuito comenzó con la identificación de los receptores en el padrón que confeccionó el Ministerio de Salud Pública de la Provincia y el control de fiebre, idéntico proceso que se realiza en el resto de los 13 nodos que tiene Tucumán para vacunar.
En esa línea, Ricardo Cortez, jefe de la División Inmunizaciones del Siprosa, explicó que la persona “luego pasa al núcleo de vacunación, donde se le realiza un interrogatorio de 10 preguntas para ver si el paciente puede vacunarse”.
Las primeras preguntas tienen que ver con Covid: “No queremos vacunar personas que estén incubando el virus por haber sido contacto estrecho de un contagiado; para eso, deben pasar 14 días antes de concurrir. Tampoco se aplica a quienes no se hayan recuperado o tengan síntomas. Hacemos este control porque si aplicamos la vacuna con esos síntomas, el paciente pensará que le produjo la enfermedad”.
En ese punto, Cortez remarcó que “la Sputnik V es una vacuna inactivada que no enferma y que la podemos comparar con una vacuna antigripal, también inactivada. Lleva un antígeno que produce la respuesta de anticuerpos, que es lo que queremos lograr”.
«La población debe quedarse tranquila porque la vacuna no los va enfermar de Covid-19”, sostuvo Cortez.
«Tampoco pueden ser vacunadas las embarazadas ni mujeres que estén amamantando. Por el momento, aunque esta es una decisión “a corto plazo”, explicó el jefe de Inmunizaciones, tampoco la reciben mayores de 60 años. Además, no son aptos para recibirla quienes tuvieron una reacción grave a una vacuna, a alimentos o a medicamentos.
Una vez verificado que el paciente sea apto para recibir la dosis, pasa al registrador que carga los datos en un sistema “que es nominal y que impacta la información a nivel provincial y en Nación para la trazabilidad de las vacunas”, añadió el profesional.
La persona recibe la vacuna y un carnet con la fecha de aplicación y la fecha en la que tiene que regresar, luego de 21 días, para la segunda dosis. Todo cuenta con la con firma y sello de la enfermera, y el lote de la vacuna para que el paciente se retire con la información completa.
Tras la vacunación, los pacientes permanecen 20 minutos en una sala de control. “Es histórico proteger al personal de salud que está en contacto y que seguirá atendiendo a los enfermos, hasta que pueda vacunarse gran parte de la población”, concluyó el profesional.