La tercera temporada de “Cobra Kai”, la serie secuela de la trilogía de filmes de los 80 “Karate Kid” que se volvió un verdadero éxito planetario cuando Netflix la sumó este año a su catálogo, estará disponible en la plataforma a partir de este 1 de enero.
Nostalgia “ochentosa”, saber reírse de sí mismos y escenas de combate y artes marciales bien coreografiadas son los distintos ingredientes de una receta que si bien no es novedosa sí probó ser sumamente efectiva.
En rigor, la serie estrenó en 2018 como el contenido estrella de la plataforma YouTube Premium, que presentó también una segunda temporada en 2019.
Cuando la red social de videos reorientó su política de contenidos originales y anunció que dejaba inconclusa la historia, Netflix fue rápido y repescó la producción para incorporarla a su listado en agosto último.
Potenciada por la marca del líder mundial en streaming, “Cobra Kai” fue descubierta por millones y se transformó en una paradoja, pues se erigió como una de las series más populares del año sin haber presentado ni un episodio nuevo.
Los 10 capítulos de media hora de la tercera temporada que llegarán desde el viernes ya cuentan con coproducción de Netflix, que además la renovó para una cuarta entrega.
Creada por Josh Heald, Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, “Cobra Kai” sigue la historia, más de tres décadas después, de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence, nuevamente interpretados por Ralph Macchio y William Zabka.
En la cinta original, que dirigió el oscarizado John G. Avildsen (“Rocky”), Daniel era un chico nuevo en una escuela de suburbio californiano que rápidamente era objeto del bullying del rubio Johnny y sus amigos karatekas.
Sin figura paterna en su vida, era el conserje de su edificio, un japonés oriundo de Okinawa veterano de guerra, el icónico señor Miyagi (Pat Morita), quien lo tomaba bajo su protección y le enseñaba de la vida a través de la filosofía del karate.
Daniel-san y Johnny se enfrentarían en una batalla final en el torneo de la ciudad, que ganaría el primero “patada de la grulla” mediante, y este evento acabaría por ser definitorio en la vida de ambos.
Ya como cincuentones, Daniel se ha convertido en un próspero hombre de negocios gracias en parte a la fama local que le aportaron sus conquistas deportivas, mientras que Johnny es un borracho sin rumbo, ausente de la vida de su hijo adolescente.
En el panorama ya no se encuentra el señor Miyagi (Morita falleció en 2005), pero sí toda una nueva generación de personajes adolescentes a través de los cuales la eterna rivalidad de los dos protagonistas parece destinada a repetirse.
Es que cuando Johnny decide refundar el dojo Cobra Kai, en el que aprendió todo lo que sabe en el rubro de dar patadas y golpes, Daniel se escandaliza: ¿cómo quedarse de brazos cruzados si esa fábrica de abusivos y violentos está de vuelta?
LaRusso también abrirá su escuela de karate y el enfrentamiento entre los dos antiguos aprendices de artes marciales, ahora ellos mismos “senseis”, cobra nueva vida.
La propuesta basa su trama en una reedición, aggiornada a los tiempos que corren, de los arquetipos que llevaron a la trilogía de “Karate Kid” al estatus de clásico de la cultura pop.
La relación maestro-alumno, el bullying y el concepto del honor, los primeros escarceos románticos de la adolescencia y, por supuesto, la necesidad de dirimir toda disputa a las piñas, vuelven a estar en el centro de la escena.
Justamente, la tercera temporada empieza con todos recuperándose del violento enfrentamiento entre los dojos, que dejó a Miguel Díaz (Xolo Maridueña), el alumno estrella de Cobra Kai, en estado delicado en el hospital.
El hijo de Johnny, Robby (Tanner Buchanan), está prófugo y Samantha LaRusso (Mary Mouser), la hija de Daniel, quedó afectada psicológicamente por los sucesos violentos del pasado.
Johnny tratará de redimirse, y acentuará el distanciamiento de las enseñanzas de su antiguo maestro John Kreese (Martin Kove), el verdadero malo de la historia (un malo malísimo incorregible) y el mejor ejemplo del daño que puede ocasionar un mal maestro en los más jóvenes.
En la nueva temporada, además, continuará el desfile de personajes de la trilogía de los años 80, en un guiño acaso más dirigido a los adultos que se criaron con las repeticiones de los sábados a la tarde de esas películas que a los espectadores “centennials”.
“Cobra Kai” no tiene grandes actuaciones, ni un argumento refrescante, pero tal como lo hizo antes “Stranger Things” o “Dark”, por citar solo a dos, demuestra que en el universo series hay espacio para el ejercicio de la nostalgia/homenaje a los 80.