La media de casos diarios de coronavirus informados en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y en la provincia de Buenos Aires en los últimos 21 días aumentó 190% y 120%, respectivamente, advirtieron hoy especialistas que remarcaron la importancia de sostener los cuidados para mitigar el rebrote.
«El promedio de casos diarios reportados en los últimos 21 días en CABA pasó de 260 a 755 y en la provincia 1.241 a 2.767; el crecimiento arrancó después de la primera semana de diciembre y es una situación muy preocupante porque es muy marcado», señaló a Télam el senador de Corrientes Martín Barrionuevo, quien sigue la evolución de la pandemia desde su inicio en todo el país.
En este escenario, el presidente Alberto Fernández se reunió ayer con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para analizar la suba de casos en la región.
«Vamos a dejar pasar el fin de año y a partir de la semana que viene vamos a mirar con lupa a ver cómo resolvemos esto», señaló Fernández hoy en declaraciones con Radio 10.
El jefe de estado informó que mantendrá nuevas reuniones con los mandatorios la semana próxima para tomar eventuales medidas.
Por su parte, el médico infectólogo Martín Hojman, quien trabaja en el Hospital Rivadavia de la Ciudad de Buenos Aires, señaló que «en los últimos días estamos teniendo un aumento de casos, es una observación y no puedo asegurar que sea una tendencia, pero sucede».
En el mismo sentido, la docente e investigadora Soledad Retamar, señaló que «en la provincia de Buenos Aires la media diaria es de 2.767 casos y 52 fallecidos; en CABA de 755 casos y 10 fallecidos, similar al 14 de octubre en casos y a fines de noviembre en fallecidos».
La especialista, que integra el Grupo de Investigación en Bases de Datos (GIBD) de la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), detalló que «en la última semana CABA tuvo 36% de crecimiento de los casos con respecto a la semana previa, y PBA 17%. Hasta el 10 de diciembre estos porcentajes eran negativos, es decir, que cada semana se reportaban menos casos que en la previa».
Barrionuevo, quien analiza datos desde que comenzó la pandemia, indicó que «en el resto del país la situación más complicada se da en la Patagonia, donde hay muchos casos en relación a la población, aunque quizás no estén creciendo tanto a excepción de algunas jurisdicciones».
Además señaló que «La Pampa también viene creciendo mucho en cantidad de casos» y que «en el norte del país es donde la situación está mejor, tanto en el NOA como en el NEA, a pesar de que Corrientes y Chaco siguen con muchos casos».
Otra forma de analizar la situación de las provincias es en base a un indicador que utilizan en España para evaluar el riesgo.
«Lo que hace este indicador es tomar los nuevos casos notificados de los últimos 14 días, sumarlos y dividirlos por la población. La que más incidencia de nuevos casos por cien mil habitantes tuvo en este lapso de tiempo fue Santa Cruz (1.106), seguida por La Pampa (852), Chubut (716), Tierra del Fuego (696), Neuquén (499), Río Negro (459), Santa Fe (337) y CABA (298); en todas ellas el riesgo es extremo en base a este indicador», explicó Retamar.
Según esta medición, en «riesgo de transmisión alto» estarían San Juan (214), PBA (205), Entre Ríos (204), Corrientes (178), Chaco (192), y Córdoba (157); en tanto que con riesgo medio están Catamarca (114), Tucumán (113), San Luis (85), Santiago del Estero (72) y Mendoza (67).
«Las únicas provincias consideradas como ‘nueva normalidad’ son Formosa (2) y Jujuy (11) y con riesgo bajo quedarían Misiones (26), La Rioja (31) y Salta (40)», describió Retamar.
Otro dato que inquieta a las y los especialistas es el leve aumento en la ocupación de las terapias intensivas. «En algún momento llegamos a estar por debajo de los 3.000 casos, hoy estamos por arriba de los 3.400, no es tan marcado, pero podría incrementarse en los próximos días», sostuvieron.
Consultados sobre las causas de estos rebrotes, Hojman -integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI)- indicó que «puede haber diversos factores; por un lado, en la Ciudad las personas se están hisopando más porque en varios lugares turísticos piden PCR para ingresar; pero también hay una relajación de las conductas sociales, de la sensación de peligro y una apertura de muchas actividades».
En el mismo sentido, Barrionuevo señaló que «el comportamiento social es distinto al que teníamos dos meses atrás; por un lado hay una altísima movilidad y por el otro estamos cuidándonos menos, con personas saliendo de vacaciones y reuniéndose en casas por las fiestas, que es donde menos nos cuidamos».
«En este contexto, extremar las medidas de cuidado es fundamental. La denominada segunda ola en algún momento va a suceder; no sólo pasó en Europa sino que está llegando en países vecinos como Brasil, Colombia o Chile; aún así, si se retoman los cuidados estamos a tiempo de bajar un poco los casos en enero y febrero aprovechando que el tiempo lo permite», sostuvo.
Hojman consideró que «la segunda ola parece inevitable»: «la vimos en Europa y el norte y no hay motivos para pensar que aquí no vaya a llegar; entonces es un momento para estar atentos».
Por su parte, Retamar sostuvo que «no sé si se puede hablar de segunda ola cuando nunca se logró bajar de los 5.000 casos diarios».
Y continuó: «Lo que sí está claro es que, a pesar de esa gran cantidad de casos, se comenzaron a habilitar muchísimas actividades cuando aún el virus seguía circulando. Hoy es evidente el rebrote y si no extremamos los cuidados, puede ser peor que en octubre cuando llegábamos a los máximos».
«La vacuna va a atenuar la gravedad de una pequeña cantidad de casos, pero aún falta bastante para poder hablar de una situación controlada. Entonces la única manera de compensar eso es con los cuidados individuales y la responsabilidad social», concluyó. (Télam)