Con el inicio de la de vacunación antigripal para el personal de salud, Lauro Luna, quien se desempeña como chófer en el Servicio de Emergencias de Traslado Para Personas con Discapacidad del hospital Nicolás Avellaneda, y alrededor de 21.000 personas que integran la familia de la salud estarán protegidos contra la influenza.
Lauro desde hace 14 años trabaja en el Siprosa. Fue el primer agente de salud en la provincia en recibir la vacuna antigripal esta mañana y muy emocionado expresó: «Es muy importante para nosotros que somos personal de salud recibir la inmunización y, además, particularmente a mí me da más seguridad porque fui víctima del Covid y estuve 12 días internado en terapia intensiva. Mi familia y mis compañeros saben lo que pasé, estuve muy mal y por eso es importante que la comunidad se vacune para prevenir».
El agente fue unos de los primeros en llegar en silencio y con muchas expectativas al vacunatorio que preparó especialmente la dirección del hospital para poder vacunar a 1.500 agentes que diariamente atienden con mucha dedicación y compromiso a los enfermos que necesitan de su asistencia en el hospital.
Lauro siguió explicando por qué es importante estar vacunado y no dejó de expresar a través de sus ojos y su tono de voz lo que siente ser inmunizado: «Recibir la vacuna es importante para mí y para mi familia porque de esta manera los estoy protegiendo de llevar la enfermedad a mi casa. Nosotros estamos en contacto con mucha gente cada jornada, por lo que estamos doblemente expuestos al virus».
El trabajador, al momento de ser vacunado, lució orgulloso su característico uniforme que indica que está a disposición de emergencias 107. «Esto nos permite continuar haciendo nuestra labor de manera más segura y poder seguir brindándonos a los pacientes para mejorar su calidad de vida. Siempre estamos para ayudar a la gente y sacarlos adelante. Estar al servicio de la comunidad es muy importante y yo soy una persona predispuesta para eso», cerró Luna.