Neumonólogas calificaron este martes al monóxido de carbono como un «asesino silencioso», ya que no tiene olor ni color, y advirtieron que en nuestro país se producen 200 muertes al año por esta intoxicación, y que la principal medida para evitarlas es la prevención.
«Le llamamos el ‘asesino silencioso’ porque no tiene olor, color y no se nota, cuando lo hacés es porque ya estás intoxicándote. La gente puede notarlo porque empiezan con una sensación de embotamiento, dolor de cabeza, adormecimiento, hasta que la persona se queda dormida y se muere. Es una muerte muy peligrosa porque la gente no se da cuenta de lo que está sucediendo», explicó a Télam Rosa Estevan, neomonóloga perteneciente a la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
Una persona murió y al menos otras 17 fueron atendidas este martes por intoxicación con monóxido de carbono en un hecho ocurrido en un edificio ubicado en el barrio porteño de Balvanera, informaron fuentes policiales.
El hecho se produjo en una construcción de nueve pisos ubicada en San Luis 3008, adonde concurrió personal del SAME y Policía de la Ciudad, que constató el fallecimiento de una mujer de 88 años en el tercer piso, identificada como Mabel Gionne.
De acuerdo a lo que detalló la especialista de AAMR, el problema provocado con el monóxido de carbono es que se adhiere a la hemoglobina -proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo- veinte veces más rápido que el oxígeno, y lo desplaza.
«Una de las formas rápidas de prevenir es ventilar el ambiente. Si hay personas que parecen afectadas, lo más acertado es sacarla al aire libre», dijo Estevan.
Además, explicó que en los casos muy leves la solución es salir al aire libre, en casos más avanzados o complejos se administra oxígeno para desplazar el monóxido de carbono y, en los casos de mayor complejidad, se coloca a los pacientes en una cámara hiperbárica.
Respecto a quiénes pueden ser más vulnerables frente a una intoxicación con monóxido de carbono, Estevan explicó que las embarazadas, adultos mayores, niños/bebés, personas con problemas respiratorios y cardiológicos, y fumadores, son los más sensibles a este tipo de intoxicaciones.
«Lo principal para evitarlo es la prevención, siempre hay que mantener ventilados los ambientes. Una vez al año hay que revisar los artefactos de gas, y revisar que la llama sea siempre azul. Es importante no calefaccionar los ambientes con las hornallas de la cocina porque eso consume el oxígeno del lugar», concluyó la neumonóloga.
Por su parte, Cristina Borrajo, neumonóloga y coordinadora de la sección Tabaquismo y Epidemiología de la AAMR, precisó a esta agencia que se pueden tomar una serie de recaudos para evitar la intoxicación de monóxido de carbono.
«Lo primero es mantener todos los artefactos de la casa que se usan para la calefacción en buenas condiciones, hacerlos revisar, estar seguros de que están limpios, de que sus cañerías no estén rotas y que no tengas fugas o pérdidas», dijo.
Y agregó que es «conveniente» mantener una ventana abierta unos 5 o 10 centímetros para que entre aire en caso de que haya una pequeña pérdida.
«Hay que estar muy atentos a síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, sensación de somnolencia, y si eso pasa en el domicilio se aconseja abrir rápidamente las ventanas, respirar aire fresco, y de ser posible salir del lugar. Y si no ceden los síntomas concurrir al médico», advirtió Borrajo.
Por último, la neumonóloga detalló que no se debe dormir en lugares con estufas o calefactores que no sean de tiro balanceado.
«La mayoría de las muertes, que en Argentina son entre 190 y 200 por año, se producen durante la noche porque la gente está dormida y no percibe los síntomas», concluyó. (Télam)