Fernando André Sabag Montiel, la persona acusada de haber intentado asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, permanece detenido en la sede de la Policía Federal del barrio porteño de Palermo, luego de que este viernes por la noche se negara a declarar ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo.
Sabag Montiel, nacido en Brasil hace 35 años, es hasta ahora el único imputado en el expediente caratulado como «homicidio calificado en grado de tentativa», aunque los investigadores no descartan ninguna hipótesis.
La jueza Capuchetti y el fiscal Rivolo se trasladaron desde los tribunales federales de Retiro hacia el predio ubicado en la calle Cavia del barrio de Palermo, donde el agresor se encuentra detenido desde el jueves a la noche.
Allí, el escuchó la lectura de los hechos por parte de los funcionarios judiciales y acusó un golpe en el ojo que habría recibido en el momento en el cual fue reducido por los manifestantes que el jueves por la noche se congregaban frente al domicilio de la ex mandataria, consignaron allegados a la causa.
Por esa razón la defensa oficial que asiste al sospechoso pidió que sea asistido por un oftalmólogo, y acto seguido se negó a declarar.
Voceros judiciales afirmaron que se trabaja «con todas la hipótesis abiertas» y se analiza el recorrido que hizo el sospechoso hasta llegar al lugar del hecho.
El arma secuestrada es una pistola Bersa calibre 32 y las balas que se encontraron son compatibles y estaba apta para disparar y tenía residuos de pólvora, lo que indicaba que había sido disparada recientemente, según se indicó.
Pese a negarse a declarar, la defensa de Sabag Montiel adelantó que pretende ponerse en conocimiento de la investigación para dar testimonio en el expediente cuando lo crea oportuno.
Los funcionarios judiciales buscan además establecer si Sabag Montiel actuó solo y se tomaron hasta el momento 24 declaraciones testimoniales.
Al acusado se le secuestró un teléfono celular A 13 y se solicitaron registros de llamadas entrantes y salientes para determinar si estuvo en contacto con alguien antes del hecho.
Hasta ahora, la Justicia investiga este ataque como un homicidio en grado de tentativa, y el acusado comprende la criminalidad de los hechos.
Además, se investigan fallos en la custodia de la Vicepresidenta, según informaron los voceros.
El atentado se produjo en la noche del jueves cuando la Vicepresidenta saludaba a quienes le manifestaban su apoyo en la puerta de su casa, y el agresor le apuntó a la cabeza con una pistola de uso civil y gatilló dos veces sin efectuar ningún disparo.
Durante la primera parte de la pesquisa, los investigadores intentaban reconstruir el camino completo del imputado hasta que llegó a colocarse a metros de la expresidenta, a la vez que, por medio de una batería de pruebas, intentan determinar «si actuó solo o con alguien más».
El viernes por la mañana, la jueza Capuchetti y el fiscal Rívolo tomaron declaración a la propia expresidenta Fernández de Kirchner, quien los recibió en su casa y pudo reconstruir los hechos desde su óptica, la de la víctima.
La Vicepresidenta declaró como testigo durante casi 50 minutos en su departamento de Recoleta, se mostró «entera» y predispuesta a declarar sobre lo ocurrido el jueves; «tenía ganas de declarar», señalaron quienes la acompañaban desde temprano.
Fernández declaró que comprendió lo que había pasado cuando subió a su departamento y pudo ver las alternativas del ataque por televisión, según se consignó. (Télam)