El seleccionado argentino recuperó su funcionamiento para clasificarse a octavos de final al vencer con nitidez a Polonia por 2 a 0, ganando el Grupo C del Mundial Qatar 2022 en un clima de fiesta en el Estadio 974, de Doha.
Los goles del vigente campeón de América fueron conseguidos por Alexis Mac Allister y Julián Álvarez en el segundo tiempo (1m. y 22m.), después de que el capitán Lionel Messi fallará un penal a los 38 de la primera parte.
El astro rosarino, que batió el récord de presencias mundialistas en la selección (22 partidos), fue ovacionado por los más de 40.000 fanáticos «albicelestes» que celebraron la continuidad del equipo en la competencia.
Argentina jugará en octavos de final con Australia, segundo del Grupo D y 38vo. del ranking FIFA, en un partido a disputarse el sábado próximo a las 16.00 (22 de Qatar) en el estadio Ahmad Bin Ali, con capacidad para 45.032 espectadores.
Argentina cayó en el Grupo C, el mismo que la contuvo ahora en Qatar, debutando con una derrota ante una Bélgica exageradamente destacada por Menotti y acabó clasificándose segunda a la siguiente fase de grupos por detrás de ella y por encima de Hungría y El Salvador.
Pero en la siguiente ronda, en zona triangular con Italia (futuro campeón) y Brasil, acabó perdiendo ante ambos y su aspiración de llegar a semifinales se vio truncada, al igual que el ciclo de «Flaco» Menotti al frente del representativo nacional. Se acercaba la era Carlos Bilardo.
Y en Corea del Sur-Japón 2002, todo apuntaba a la recuperación del título ecuménico tras una eliminatoria sudamericana demoledora que acabó clasificando a la selección argentina a tres fechas de su final con buenas actuaciones ante potentes equipos europeos en amistosos preparatorios.
El sorteo ubicó a Argentina en el Grupo F, donde debutó con una victoria 1-0 sobre Nigeria, para luego perder por el mismo marcador ante Inglaterra y empatar 1-1 con Suecia, que terminó condenándolos al tercer lugar detrás de ambos equipos europeos y sumiéndolo en una frustración que, por lo inesperada, terminó por sacudir con fuerza los cimientos del fútbol argentino, aunque el presidente de la AFA, Julio Grondona, decidió renovar el contrato de Bielsa y con ello mitigó algunos daños colaterales.
El cansancio que supuso una excesiva exigencia física a jugadores que venían de una intensa y agotadora temporada europea como Juan Sebastián Verón, Claudio Caniggia, Gabriel Batistuta, Diego Simeone o Hernán Crespo, fue el argumento esgrimido para justificar ese histórico revés mundialista.
Esa fue la última sensación de gran frustración sufrida en un Mundial disputado en un año que terminó en 2. En el primero de los nombrados hubo 16 participantes, en el segundo 24 y en el de Asia fueron 32, la misma cantidad que ahora en Qatar.
Y Argentina llegó otra vez como uno de los favoritos tras ganar la Copa América el año pasado y la Euroamericana ante el campeón de Europa, Italia, con el capitán Lionel Messi como bandera y el técnico Lionel Scaloni como el conductor sobrio y sabio que nadie imaginaba que podía ser hace dos años.
Esos atributos del técnico refrendados por sus dichos y acciones a la hora de apagar las luces de cualquier discurso triunfalista, hacen que las renovadas esperanzas de luchar por otro título mundial transiten por caminos de sólidos cimientos.
Por lo pronto, ya consiguió dejar atrás y romper con esa maldición abstracta y esquiva de los años mundialistas que terminan en el número 2, y eso ya es historia. (Télam)