El presidente de Sociedad Aguas del Tucumán, Marcelo Caponio, informó que esta mañana comenzaron los trabajos para retirar de las aguas a la balsa «La Niña» que será restaurada luego de 22 años.
Hoy marca un día crucial para los trabajos estructurales que se realizan en la balsa La Niña, una infraestructura sumergida por 22 años sin haber recibido mantenimiento alguno, según explicó Marcelo Caponio. «El gobernador, Osvaldo Jaldo, ha decidido no solo repararla, sino también optimizar su funcionamiento para garantizar un suministro eficiente de agua potable», sostuvo el funcionario.
«La SAT ha adquirido una bomba que triplica la capacidad de la actual, pasando de 2,000 a 6,000 metros cúbicos por hora», destacó Caponio, resaltando la necesidad de estas inversiones postergadas durante mucho tiempo. «Las dos bombas funcionarán de manera alternativa y simultánea, asegurando un rendimiento óptimo», agregó.
La compleja operación de desarme y transporte de la Balsa La Niña, que se lleva a cabo en el embarcadero de El Cadillal, implica el desplazamiento de una estructura de gran tamaño, equivalente a cinco o seis camiones o topadoras. «Es una tarea delicada que se realiza con la colaboración de empresas como Saico, que aportó la retroexcavadora para el proceso», explicó Caponio.
El traslado hacia los talleres de la empresa tucumana Di Bacco y compañía se realizará por la Ruta 9, con estrictas precauciones para garantizar la seguridad y el éxito de esta importante restauración.
Se espera que la planta potabilizadora de agua de El Cadillal opere al 100% a partir de septiembre u octubre de este año, gracias a estas medidas impulsadas por el Gobernador Jaldo para asegurar el abastecimiento de agua de calidad para todos los habitantes de Tucumán», sostuvo Caponio.
Eduardo Di Bacco, presidente de la empresa Di Bacco, explicó que hace 22 años más o menos la compañía tucumana trabajó con el dispositivo: “en realidad ya había un esbozo de la balsa y nos trajeron en esa época a nosotros para que la rediseñemos y se haga toda nueva. Eso ocurrió hace más de 20 años. Y bueno, ahora nos toca restaurarla nuevamente y mejorarla para que siga cumpliendo su función”.
El empresario detalló que “hay que ir siguiendo el estado y el desgaste de la balsa. Todo lo que esté desgastado hay que cambiarlo. Hay diseños nuevos de algunas cosas para que sea más versátil en el uso y más rápida para que esté funcional, que ande siempre bien”.