La actriz Barbara Shelley, ícono del cine de terror que la empresa británica Hammer Films impuso en la década de 1960 y en la que brillaron figuras como Christopher Lee y Peter Cushing, falleció este lunes a los 88 años en Westminster, Londres, informaron sus familiares.
Shelley estuvo recientemente en un sanatorio donde contrajo Covid-19, pero se había recuperado, ya que según su agente “tenía otros problemas de salud” que determinaron el deceso.
Dueña de una marcada sensualidad, su figura fue perseguida por vampiros y otras criaturas del más allá, que veían en su cuerpo un objeto para morder y así seguir con sus existencias más allá de la muerte.
Nacida como Barbra T. Kowin el 15 de agosto de 1932, apareció por primera vez en la pantalla en un pequeño papel en “Perseguido” (1953), de Terence Fisher, protagonizada por Paul Henreid, y su carrera siguió con “Isla sangrienta”, de Val Guest, y “La venganza del vampiro” (1958), de Henry Cass, “El pueblo de los malditos” (1960), de Wolf Rilla, “La sombra del gato” (1961), de John Gilling, y la emblemática “El castillo de la Gorgona” (1964), de Fisher, con Lee y Cushing en busca de su cuello.
Esa parte de su físico también fue codiciado por Lee en “Drácula, príncipe de las tinieblas” (1966), de Fisher, y, dirigida por Don Sharp acompañó de vuelta a Lee en “Rasputín, el monje loco” (1966), tras las cuales filmó “Una tumba en la eternidad” (1967), de Roy Baker, todas en el Reino Unido.
Sus últimos trabajos, entre 1983 y 1989, fueron en las series de televisión “By the Sword Divided”, “Doctor Who”, “The District Nurse”, “EastEnders” y “The Dark Angel”, junto a Peter O’Toole.