Tras la salida de Martín Guzmán, el Gobierno define su reemplazo

El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó al presidente Alberto Fernández su renuncia al cargo a través de una carta de siete carillas en la que hizo un repaso de su gestión, le agradeció al jefe del Estado la confianza que tuvo en él y en su equipo y dijo que la persona que designe en su lugar debe tener las “riendas” de la cartera como condición esencial para poder cumplir con su misión.

«Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante”, subrayó este sábado Guzmán.

“Eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas”, completó.

Al momento de explicar los motivos de la renuncia al cargo, fuentes cercanas al hasta titular del Palacio de Hacienda señalaron a “las diferencias internas existentes en la colación de Gobierno que condicionaron su accionar dentro del Ministerio de Economía”.

A lo que agregaron que debió enfrentar “trabas” y que frente a ese cuadro de situación se hizo “muy difícil llevar adelante la gestión”.

El alejamiento de Guzmán se suma a la salida Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo, oficializada el sábado 4 de junio pasado luego de una polémica desatada con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la licitación del gasoducto Néstor Kirchner, tras el acto de celebración del centenario de YPF en Tecnópolis.

En el entorno del ministro aseguran que Guzmán le presentó su renuncia al Presidente antes de darla a conocer a través de su cuenta en Twitter.

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La última aparición pública de Guzmán en el acto de la CGT el viernes. Foto: Raúl Ferrari.

Desde Casa de Gobierno por el momento no hubo indicios del nombre de quién sería el nuevo titular del Ministerio de Economía.

Cuando se concretó la salida de Kulfas, a las pocas horas ya estaba definido que su reemplazante en el cargo era Daniel Scioli, por entonces embajador argentino en Brasil.

En lo que respecta a los distintos secretarios del área económica, a través de sus respectivas cuentas en Twitter anunciaron su renuncia el secretario de Política Económica, Roberto Arias y el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio, Rodrigo Ruete.

Renuncias de secretarios

La renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán fue acompañada en las últimas horas del sábado por la dimisión de los secretarios de Hacienda, Raúl Rigo, de Política Tributaria, Roberto Arias, y de Política Económica, Fernando Morra.

De las siete secretarías que integran el organigrama del Ministerio de Economía, hasta las 23 no se habían dado a conocer la situación de los titulares de las restantes dependencias.

Fuentes de la cartera deslizaron que «todo el equipo» de Guzmán va a renunciar a sus cargos, más allá de que hagan pública o no sus salidas.

En base a esto, adoptarían una decisión similar a la del jefe del Palacio de Hacienda los secretarios de Finanzas, Rafael Brigo; de Asuntos Económicos Internacionales, Maia Colodenco; y de Legal y Administrativa, Rita Haydee Tanuz.

Un caso particular es el del secretario de Energía, Darío Martínez, un dirigente del Partido Justicialista de Neuquén que llegó meses atrás al Ministerio de Economía tras el desprendimiento de esa área de la cartera de Desarrollo Productivo.

También se conoció durante las últimas horas de la tarde la renuncia del subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi, cuya oficina está bajo la órbita de Brigo.

Luego de confirmada la salida del ministro, se hizo pública la breve comunicación con la que el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, presentó su renuncia al presidente Fernández al cargo en el cual se desempeñó desde el 10 de diciembre de 2019.

Arias, por su parte, confirmó su decisión a través de su cuenta en Twitter, en la que expresó «el honor de acompañar a Martin Guzmán durante 30 meses en una gestión compleja» y en la que postergó «el balance de la gestión» para privilegiar el » agradecimiento por la confianza a Alberto Fernández».

De manera similar, Morra afirmó en la misma red social que «el tiempo es un gran ordenador» y tras agradecer a Guzmán, aseguró: «Seguiremos trabajando desde el lugar que nos toque para construir una economía tranquila, que permita explotar todo el potencial de nuestro país generando condiciones para el desarrollo social y económico».

Distinta se presentaba la situación del director por el Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, quien de manera escueta se limitó a señalar que sigue en su cargo debido a que su empleador es el organismo multilateral y que su labor es específica.

Otro caso particular es el del secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, cuya oficina no se encuentra dentro del organigrama del Ministerio de Economía actualizado al 29 de junio pero que era consideraba como un estrecho colaborador de Guzmán.

Balance y renuncia

A modo de balance, entre los aspectos más destacados de la gestión llevada adelante por Guzmán desde el 10 de diciembre de 2019 a la fecha se encuentran la renegociar de la deuda en moneda extranjera con el sector privado y el entendimiento alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Dentro del debe quedan, entre otras cuestiones, el tema inflación y la implementación efectiva de la segmentación de tarifas de gas y electricidad, un objetivo previsto en el acuerdo con el organismo multilateral para reducir los subsidios al sector energético que hasta el momento no se pudo concretar.

En la carta de renuncia, Guzmán recordó que la primera vez que habló como ministro de Economía contó que el objetivo era “tranquilizar la economía”.

“Puede que a varios ese concepto no les genere demasiado entusiasmo, pero a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica. Una economía tranquila es aquella en donde las grandes mayorías enfrentan condiciones para su pleno desarrollo humano”, subrayó.

En otro tramo de la nota, el economista señaló que “tan solo 99 días después del inicio de nuestra gestión, se implementó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, fruto de la rápida circulación a nivel mundial del Covid-19” y que “en las condiciones económicas que ya padecía la Argentina, el golpe fue tremendo”.

“Al asumir nuestro gobierno, Argentina se encontraba sumida en una profunda crisis económica, social y de deuda, y a ello se le agregó primero una pandemia global y luego la actual guerra en Ucrania, que han sido profundamente disruptivas del funcionamiento del sistema económico internacional”, completó.

Sobre el acuerdo alcanzado con el FMI, uno de los temas sobre los que recibió más críticas desde sectores de la colación de Gobierno, Guzmán dijo que el entendimiento “tuvo características absolutamente excepcionales a la luz de la historia entre nuestra República y aquel organismo históricamente dominado por el poderoso establishment financiero internacional”.

“Como la única forma de poder refinanciar la deuda con el FMI es con un acuerdo de programa y como Argentina no tiene los dólares para pagar semejante deuda, tuvimos que negociar un programa de políticas económicas para evitar caer en default y desestabilizar a la economía argentina. Si había default, iba a haber menos financiamiento para la Argentina, e iban a escasear más las divisas. Y cuando en la Argentina hay menos divisas, se puede producir menos, hay menos empleo y más inflación. Es decir, hay ajuste”, enfatizó el hasta este sábado titular del Palacio de Hacienda.

A lo que agregó que “por la nueva legislación que nuestro propio gobierno había propuesto, por primera vez en la historia un acuerdo con el FMI tuvo que ser sometido a la consideración del Congreso de la Nación para su aprobación, que finalmente ocurrió con 80% de votos afirmativos. Más allá de las incertidumbres que generaron las divisiones en el Congreso, este proceso constituyó un paso histórico hacia adelante para nuestra República”.

En el tramo final de la carta, y dirigiéndose de manera específica al Presidente, Guzmán dijo que “en lo personal quiero reiterarle mi agradecimiento por estos años únicos de trabajo conjunto. Le agradezco su trato tan respetuoso, su calidez, y su liderazgo, valor y valentía en un número de situaciones complejas que hemos tenido que enfrentar. También valoro mucho su genuina empatía con la gente, su compromiso indudable de mejorar la calidad de vida del pueblo que gobierna, y su valoración de la transparencia”.

Tras lo cual agregó, sin el formalismo de los párrafos anteriores y a modo de cierre, que “yo he aprendido mucho de vos, querido Alberto”.

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