Thiem campeón del US Open

Dominic Thiem (3°) dio vuelta un partidazo ante alemán Alexander Zverev (7°) y se consagró campeón del US Open 2020. El austríaco perdió los dos primeros parciales, pero se recuperó, consiguió los tres sets consecutivos y conquistó su primer Grand Slam en el imponente estadio Arthur Ashe de Nueva York.

Thiem mantuvo su racha frente a Zverev, 8-0 a favor, y lo venció por 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (6). Con este título, se convirtió en el primer jugador nacido en la década de 1990 en lograr un Grand Slam, con 27 años, nacido en 1993.

Zverev golpeó rápido en el parcial inicial y se quedó con un break en el tercer game para adelantarse 2-1. El número siete del mundo arrancó muy sólido con el servicio y también con la devolución. Thiem no encontró en los primeros games la manera de incomodar a su rival, que presionó con tiros abiertos y pelotas profundas y logró sacar ventaja. En el séptimo juego, sumó un nuevo quiebre y luego cerró el set con su saque.

El partido siguió con la misma tendencia en el arranque del segundo. Thiem se mostró más seguro con sus saques, pero nunca encontró ese nivel de tenis que había mostrado en las primeras rondas del torneo. Zverev, en cambio, continuó jugando con precisión y soltura e hilvanó dos quiebres para adelantarse 4-1 en el marcador sin grandes problemas.

Pero fue en ese segundo set donde Thiem consiguió quebrarle por primera vez el saque a su rival, lo que, pese a no haber cambiado la historia del parcial, que terminó llevándose Zverev por 6-4, sí significó un momento bisagra para el austríaco, que empezó a creer en sí mismo y se amigó con su juego.

Thiem empezó a presionar cada vez más y cambió el tono del match. Aunque no logró imponer su juego con la claridad que lo había hecho en las rondas anteriores, niveló muchísimo el partido y empezó a encontrar los huecos para incomodar a su rival. Así, el número tres del mundo consiguió dos quiebres, cerró el set y le puso suspenso a una final histórica.

Motivado por lo conseguido en el tercero, el austríaco salió a presionar mucho más en el cuarto. Y Zverev acusó el golpe, porque estuvo menos efectivo con el saque, empezó a cometer más errores no forzados (cerró con 12 el parcial) y fue perdiendo confianza. Thiem, en cambio, siguió creciendo y, aunque no llegó a dominar como lo había hecho su rival al principio, le alcanzó para imponerse en la cancha, concretando un quiebre en el octavo game que luego selló con su servicio.

El quinto arrancó a puro quiebre. El austríaco se quedó con el saque de su rival en el primer game, pero el alemán respondió con un break y recuperó el servicio. Con el juego parejo, cada uno cuidó su servicio y no arriesgó demasiado. Pero en el octavo game, Zverev salió a presionar como al principio y sacó ventaja de nuevo, para quedar 5-3 y con la chace de sacar para el título. Thiem no se desesperó. Jugó tranquilo el game y evitó que Zverev cerrara el partido con un nuevo quiebre.

En un cierre muy intenso y con grandes puntos de los dos, Zverev se equivocó en el peor momento. Cuando sacaba 5-5 y 30-40, mandó con su drive una pelota demasiado larga y le regaló un quiebre a Thiem. Pero el austríaco -que arrastraba desde hacía unos games una molestia en el muslo derecho- no lo pudo cerrar, cedió su saque y el título se definió en un tie break.

En el desempate, Thiem estuvo más preciso, aprovechó un par de errores de su rival y se adelantó 6-4. Dejó pasar el primer match point con su saque y luego otro con el alemán al servicio, por errores propios. Y el marcador quedó 6-6. Y en la tercera chance que tuvo para cerrar el match, no perdonó y gritó campeón en un «grande» por primera vez.

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