El arquero de Boca, Agustín Rossi firmó este lunes un contrato por cuatro años y medio con Flamengo, el club brasileño que lo anunció esta tarde en sus redes sociales después de que el jugador abandonara prematuramente el entrenamiento con sus compañeros de la entidad «xeneize» para suscribir ese compromiso hasta diciembre de 2027.
«Flamengo y Agustín Rossi firmaron un precontrato con vigencia del 1 de julio de 2023 al 31 de diciembre de 2027», comunicó la institución carioca en su cuenta oficial de Twitter para hacer formal la incorporación del guardavallas.
Sin contacto entre los clubes, la salida de Rossi podría anticiparse para este mismo mes si tal encuentro se produce y los brasileños le ofrecen un resarcimiento económico a los boquenses.
Los de Río de Janeiro intentaron comunicarse con la dirigencia de Boca desde el pasado viernes pero no encontraron respuestas y entonces, al no lograrlo, este lunes hicieron público el arreglo con el arquero cuyo contrato vencerá el 30 de junio próximo, por lo que a partir del pasado 1 de enero ya estaba en condiciones de negociar libremente con cualquier club.
A partir de lo ocurrido ahora se abren dos caminos para Rossi desde ahora hasta junio y en ambos sentidos la señalización la pone Boca.
Si se mantienen las condiciones actuales y Rossi se queda en Boca hasta junio, cuando se irá libre y sin dejarle un peso a le entidad de la Ribera, desde la directiva pueden bajarle una línea al entrenador Hugo Ibarra para que siga jugando normalmente (es el titular indiscutido) o bien que deje de hacerlo y deba esperar fuera del equipo hasta el momento de partir hacia Brasil.
De una u otra manera los síntomas se revelarán rápidamente, ya que el próximo viernes Boca jugará su segundo amistoso en el triangular de verano de San Juan frente a Everton, de Chile, luego de la presentación del fin de semana en la igualdad sin goles ante Independiente.
En ese encuentro Rossi atajó en el primer tiempo y Javier García en el segundo, de acuerdo con el plan establecido por Ibarra para darle actividad a los cuatro arqueros que tiene en el plantel en estos dos partidos.
Por eso para enfrentar al conjunto de Viña del Mar, que casualmente tiene la misma camiseta de Boca, azul con una franja amarilla cruzando el pecho, la idea del entrenador formoseño es hacer debutar a Sergio «Chiquito» Romero en el primer tiempo y luego darle lugar al juvenil ex Los Andes, Leandro Brey, en la segunda etapa.
Pero apenas tres días más tarde, el próximo lunes 16 la delegación «xeneize» viajará hacia los Emiratos Árabes Unidos, donde el viernes 20 enfrentará a Racing, en Abu Dhabi, por la novedosa Supercopa Internacional.
Para ese encuentro al que la AFA le dio carácter oficial y por lo tanto le sumará una estrella más en el historial al ganador, la lógica indica que debería atajar Rossi, ya que se juega algo importante.
Ese partido será bisagra para el porvenir de Rossi en Boca hasta junio, considerando además que la hinchada «xeneize» manifestó permanentemente un abierto apoyo al arquero desde que comenzaron las negociaciones para renovar su contrato el año pasado, y que nunca prosperaron a partir de argumentos contrastantes hechos públicos por las partes.
Desde el lado del guardavallas de 27 años, nacido en la localidad bonaerense de San Martín el 21 de agosto de 1995, su representante, Miguel González, expresó que esa oferta era «insuficiente para Rossi, que gana como el cuarto arquero de Panamá».
Boca, en la voz del hoy alejado del Consejo de Fútbol, el colombiano Jorge Bermúdez, respondió que a «Rossi se le hizo una oferta gigante» de la que no dio a conocer obviamente las cifras, y que no fue aceptada.
La última oferta llegó a fines de año, cuando Boca le hizo una mejora en el ofrecimiento empezando por bajar la cláusula de rescisión de 15.000.000 a 8.000.000 de dólares con la cesión del 45 por ciento de una futura venta. Pero Rossi la volvió a rechazar.
La decisión de irse estaba tomada. Rossi debutó en Chacarita de su San Martín natal en 2013 y luego su carrera, a caballo de buenas performances, se extendió a Estudiantes de La Plata y Defensa y Justicia, antes de llegar a Boca en 2017.
En 2019 el club de la Ribera lo cedió primero a Antofagasta, de Chile y luego a Lanús, donde explotaron todas sus condiciones y por eso lo recuperó hasta convertirlo en la figura que es hoy y que le valió inclusive una convocatoria al seleccionado hoy campeón del mundo en 2022, donde fue suplente por eliminatorias frente a Bolivia.
La ida a Antofagasta se debió a que previamente Rossi tenía todo arreglado para incorporarse al Minnesota United, de la Major League Soccer (MLS) estadounidense, pero sus aficionados se quejaron porque sobre el arquero pesaba una denuncia por violencia de género de una expareja que databa de 2017. Por eso el pase quedó trunco.
Hacia afuera, Boca y Racing debaten la posibilidad de no compartir vuelo rumbo a Emiratos Árabes Unidos para evitar contactos entre los planteles después del accidentado encuentro en la definición del Trofeo de Campeones que ganó la «Academia».
Hacia adentro, en Boca hay una disyuntiva mucho más tensa aun: decidir si Rossi viaja con la delegación o si ya no defenderá los colores azul y oro. (Télam)