La madrastra de Lucio Dupuy confesó su odio al nene en un chat

Abigail Páez enfrenta un juicio en La Pampa por el asesinato de Lucio Dupuy, el hijo de su pareja. La mujer le reveló a la madre del nene que le había pegado.

«Que no se te vaya la mano que nos vamos a mandar una cagada«, fue una de las tantas respuestas que Magdalena Espósito Valenti le dio a su novia, Abigail Páez, cuando ella le contaba el abuso físico al que sometía a Lucio Dupuy, su hijo de 5 años que murió en noviembre de 2021 como consecuencia de una golpiza.

La justicia de La Pampa avanza con el juicio contra Espósito Valenti y Páez, quienes están acusadas por el asesinato de Lucio Dupuy. Esta semana se filtró el contenido de los chats entre las mujeres donde queda en evidencia no sólo que la madre sabía del abuso sino también que su novia odiaba al nene.

«Estoy harta. Yo tengo que estar todo el día con este pendejo», sentenció en una oportunidad Abigail Páez en una conversación sobre cómo Lucio «interfería» en la vida de ambas.

En otra conversación las mujeres dejaron en claro el desprecio que tenían por el nene de 5 años al que también hacían pasar hambre por lo que comía si iba a la casa de sus amigos. «¿Cómo le pegaste? ¿Ya van dos veces que vomita?», preguntó Espósito Valenti, a lo que Páez sólo contestó: «No lo quiero ni ver a Lucio porque me amarga la vida«.

Lucio Dupuy fue víctima de varios tipos de violencia en su corta vida, incluido el abuso sexual que los abogados de la querella y la fiscalía de Santa Rosa, La Pampa, buscan probar en el juicio que culminará el 2 de febrero.

Durante el juicio Páez, de 28 años, declaró que cierta vez dejó a Lucio al aire libre bajo la lluvia como penitencia y que en otra ocasión «se mandó un moco y le pegué varias pataditas en la cola».

Lucio sufrió varias fracturas de huesos por los golpes de su madre y madrastra, que rotaban por las guardias médicas de La Pampa para evitar que saliera a la luz el caso de maltrato infantil.

Tanto Espósito Valenti como Páez están acusadas de «homicidio doblemente agravado, por ser con ensañamiento y alevosía; en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado», y la madre de Lucio tiene además el agravante del vínculo de sangre.

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