Una filmación de la madrugada del miércoles en plena ruta en Tucumán muestra a un gendarme vaciando una mochila de otro gendarme que acaba de ser detenido y permanece esposado. En medio del procedimiento, y como si abriera una bolsa de sorpresas en la oscuridad, iluminado por una suerte de reflector, el agente que participa del procedimiento saca «gomitas para canillas», un «sello», «tinta», «una crema» y una montaña de billetes. Hay 700.000 pesos y, todo indica, corresponden al pago de coimas.
Mientras la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hablaba más tarde sobre prevención del delito y lucha contra el crimen organizado en una conferencia internacional sobre seguridad marítima, seguían los operativos. Doce gendarmes fueron detenidos por integrar una banda que cobraba sobornos para facilitar el ingreso de mercadería contrabandeada desde Bolivia e incluso participaban en la organización de los «tours de compra» al país vecino. La fiscalía federal 2 de Tucumán, a cargo de Agustín Chit, descubrió también como parte de esta investigación que junto con cargamentos de cigarrillos, electrodomésticos, celulares de alta gama, neumáticos, sábanas y ropa –entre otras cosas– los efectivos colaboraban con el ingreso de cocaína y marihuana al territorio argentino.
Allanamientos, detenidos, celulares, droga
En las últimas horas hubo 21 allanamientos a domicilios, puestos de control de gendarmes y escuadrones de Tucumán, Catamarca y Salta, con resultados útiles para la causa. Además de la docena de oficiales y suboficiales detenidos de Gendarmería Nacional fueron arrestados nueve civiles que ofrecían, coordinaban y comercializaban los paseos para ir a hacer grandes compras a Bolivia y algunos se encargaban de recibir las coimas. Según informaron funcionarios de la investigación a Página/12 hasta ahora se hacían a razón de al menos dos días de recaudación por semana, donde los hombres de Gendarmería conseguían alrededor de un millón de pesos cada vez. Se habrían concretado este año de manera sistemática, aunque se estima que tiempo antes también. Si bien es una práctica que no sorprendió a nadie, llamó la atención el nivel de organización, de expansión y el hecho de que se estuviera ingresando droga.
Los gendarmes detenidos hasta el momento pertenecen al Escuadrón 55 de Gendarmería Nacional con base en Tucumán. La fiscalía le pidió al juez José Manuel Díaz Vélez que los indague como sospechosos de asociación ilícita agravada, cohecho, e incumplimiento de los deberes de funcionario público. La pesquisa comenzó en febrero último con denuncias presentadas por «bagayeros» que se quejaban por el cobro «excesivo» de coimas y por miembros de la propia Gendarmería que no querían participar del negocio sucio. Los sobornos, según consta en el expediente, eran pedidos por gendarmes a cargo de las patrullas que realizan controles de ruta en los corredores viales Norte-Sur. El dinero provenía de los organizadores de los «tours de compra» , que traían mercadería y luego la distribuían hacia distintos puntos del país.
TOUR DE COMPRAS Y UNA RED DE CORRUPCIÓN QUE INVOLUCRA A GENDARMES DE TUCUMÁN. (Foto: Dailymotion)
La fiscalía a cargo de Chit detalló que dos modalidades de funcionamiento de la organización, que fueron identificadas con la colaboración del agentes de tres áreas de la propia fuerza que hacen investigación:
*Había cobro de sobornos en puestos de control. Los funcionarios de gendarmería interceptaban vehículos sospechosos de transportar mercadería ilegal y piden sumas en efectivo para poder seguir el recorrido sin ser requisados.
*Existía un acuerdo previo entre gendarmes y los coordinadores de los viajes de compra. Se hallaron comunicaciones en las que integrantes de Gendarmería les avisan a quienes manejan los tours cuál es la ubicación de los controles y cuál es el mejor momento para pasar sin que los inspeccionen, a cambio de dinero. Entre la prueba recolectada también hay transferencias de dinero entre coordinadores de tours y gendarmes, y entre el personal de Gendarmería también.
*Junto con el traslado de productos de todo tipo también los arreglos a cambio de plata incluían facilidades para el transporte de estupefacientes.
Un episodio de julio último dejó esto último en evidencia, cuando un colectivo de un «tour de compras» que traía mercadería desde Orán, en Salta, eludió un control de Gendarmería en Trancas, Tucumán. El vehículo fue incendiado y al ser peritado se encontraron restos de una carga de marihuana.
Análisis e indagatorias
Para la fiscalía fue clave que la propia Gendarmería se involucrara en la investigación. En los allanamientos participaron casi 300 efectivos, se secuestró dinero en pesos y dólares en puestos de control, mercadería contrabandeada en domicilios del personal de gendarmería y de armadores de los tours. Fueron secuestrados dos colectivos con productos contrabandeados y vehículos que funcionaba de punteros para abrirles paso. Hay más de 20 celulares que deberán ser analizados y que se suman a las interceptaciones de llamadas, seguimientos de vehículos, análisis financieros, «agentes reveladores» que fueron obteniendo datos y cruce de información con otras causas. Chit pidió más detenciones y comenzará una segunda etapa de la investigación que podría escalar hacia personal con mayor jerarquía.
FUENTE: Página 12