Las elecciones para elegir al nuevo presidente boliviano transcurrían con tranquilidad este domingo con alta participación de votantes, entre ellos los tres principales candidatos, que luego de emitir su sufragio mostraron su satisfacción de que la jornada no haya tenido incidentes significativos.
En general los aspirantes a presidente y vice y algunos portavoces partidarios se quejaron de que en las horas previas al comicio el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció que ante el clima de polarización política no utilizará el sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre) y únicamente se remitirá al cómputo oficial, pero el hoy opositor Movimiento Al Socialismo (MAS), que propone para presidente a Luis Arce, dijo que su propio sistema de conteo inmediato seguirá activo.
«Estamos viendo un buen proceso electoral, pacífico y que se ha venido desarrollado con los incidentes normales de un proceso electoral, aprendiendo lo que es organizar elecciones en pandemia», dijo a periodistas el jefe de los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Guerrero, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Asimismo, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, informó que hasta el mediodía era «una jornada electoral totalmente tranquila», luego de emitir su voto en Cochabamba (centro).
El funcionario hizo mención a algunas irregularidades registradas como el arresto de personas por robar maletas electorales o falsificar permisos de circulación vehicular.
El presidente del TSE, Salvador Romero, hizo también un balance positivo a mitad de jornada, especialmente por la disciplina de los ciudadanos que esperaban pacientemente ante las mesas de sufragio cumpliendo normas sanitarias y de distanciamiento social.
«Más allá de estas filas, que era previsible que pudieran formarse por las necesidades de responder a los desafíos del coronavirus, esta media jornada ha transcurrido en paz, en tranquilidad, en calma y esto es algo que debemos destacar», declaró el jefe electoral en rueda de prensa.
Las principales ciudades de Bolivia amanecieron el domingo bajo un estricto control policial y militar ordenado para garantizar el normal desarrollo del proceso, según dijo la presidenta de facto, Jeanine Áñez.
La mandataria afirmó a media mañana que la masiva movilización de policías y militares en la jornada electoral solo tenía el objeto de garantizar la paz y la seguridad, con plena independencia política.
«Vamos a tener elecciones transparentes, libres y sin presión. Las Fuerzas Armadas y la Policía van a estar en las calles a favor del pueblo boliviano, a diferencia de otras veces; no están a favor de ningún candidato», dijo la gobernante de facto a la prensa tras asistir a la inauguración oficial de la votación.
Pasado el mediodía ya habían votado los tres principales candidatos.
Arce, favorito en las encuestas, fue el primero en hacerlo a las 9.20 en medio de una descontrolada aglomeración de seguidores y periodistas en una escuela de La Paz y luego expresó: «Esperemos que hoy y los siguientes días transcurran de manera pacífica. En el MAS apostamos por la solución democrática, no tomamos el poder por las armas, lo hacemos por la vía democrática».
El candidato y expresidente Carlos Mesa (2003-2005) pidió paciencia en la espera de los resultados de las elecciones y dijo que lamentaba que el TSE hubiera decidido no publicar datos preliminares sino solo un demorado cómputo oficial.
Finalmente fue el turno del contendiente de Creemos, el exlíder cívico, Luis Fernando Camacho, quien votó en Santa Cruz de la Sierra (centro) y pidió «custodiar» el proceso electoral que convoca a más de siete millones de bolivianos y bolivianas.
Se prevé que los primeros datos globales de la votación sean divulgados por cadenas de televisión a partir de las 20, en base a encuestas en boca de urna y conteos rápidos.