El presidente Alberto Fernández advirtió que nos descarta accionar el «botón rojo» para endurecer las medidas de aislamiento social en caso de que aumente la ocupación de camas de terapia intensiva por la pandemia de coronavirus y aseguró que no permitirá que el sistema sanitario «llegue a un punto de colapso».
En una entrevista con el canal TN desde la Residencia de Olivos, Fernández lamentó que el debate por la pandemia haya sido «politizado» por la oposición.
Al ser consultado sobre si podía accionar el «botón rojo» para aumentar las restricciones a la circulación y la actividad ante el crecimiento de los casos de infectados por coronavirus en los últimos días, dejó claro que desde el primer momento su prioridad «es la salud de los argentinos».
Añadió que por ese motivo «puede haber botón rojo», debido a que no va a «dejar que el esfuerzo que hicimos se pierda».
«Lo dije el primer día, lo más importante es que la gente tenga la posibilidad de ser atendida, y hay muchos lugares donde la utilización de camas de terapia intensiva han crecido y no voy a permitir que lleguen a un punto de colapso», advirtió.
También insistió con que no existe en rigor una «cuarentena», sino que lo que se pide es «un aislamiento sanitario» ante el alto nivel de contagios por coronavirus que atribuyó a la mayor circulación de personas.
«Es falso que haya 160 días de cuarentena. La verdad no hay cuarentena. La cuarentena supone encierro, es quedarse encerrado en su casa y la gente sale, se mueve. Lo que pedimos es aislamiento sanitario de quienes están con mayor vulnerabilidad», dijo el jefe de Estado en diálogo con el programa de TN «A dos voces».
Agregó que «hay mucha gente que responsablemente se cuida y se queda en su casa» y, en ese sentido, declaró que «no hay que confundir a la gente» porque «el riesgo existe» y hay «mucha gente contagiada que no lo sabe» y puede contagiar a personas con mayor vulnerabilidad.
«Lo dije el primer día, lo más importante es que la gente tenga la posibilidad de ser atendida, y hay muchos lugares donde la utilización de camas de terapia intensiva han crecido y no voy a permitir que lleguen a un punto de colapso»
En este marco, mencionó los casos de provincias que no tenían casi contagios y hoy tienen creciente número y tienen casi al borde del colapso el sistema sanitario, como el caso de Jujuy, que «tras cien días sin contagios, hoy no tiene camas de terapia intensiva libres».
Asumió por este motivo que «los problemas» que está teniendo Argentina en todo su territorio «son derivados de la mayor circulación y contacto de la gente».
Precisó además que «en barrios populares», apenas surgieron los primeros picos, al inicio de la pandemia, se propició «una cuarentena comunitaria», adaptada a la realidad de esos lugares, donde la gente vive en lugares pequeños con familias numerosas y necesita salir.
Citó los casos de Barrio Azul y Villa Itatí, en el sur del conurbano bonaerense, y recordó que «se pudo controlar».
En cuanto a la carta de los terapistas, a quienes hoy recibió en Olivos, señaló que «fue muy realista» y que para interiorizarse más invitó a la reunión no solo al presidente de la Sociedad Argentina en Terapia Intensiva, sino también a enfermeras, kinesiólogos y al director del Hospital Posadas.
«Todos tuvieron la misma mirada que el presidente de la Sociedad Argentina en Terapia Intensiva», puntualizó el Presidente, que destacó «la alta exposición» de esos profesionales de la salud «cada día» ante el contexto de pandemia, y lo contrapuso con «el relajamiento social que no mide las consecuencias».
En otro tramo de la entrevista, señaló que «la pandemia se politizó en Argentina», movida por «factores de poder y por la oposición», que «la usaron como mecanismo de ataque al gobierno».
«Inventaron el enamoramiento del Gobierno con la pandemia», dijo y preguntó»: «¿Ustedes creen que un presidente es feliz con una cuarentena, ustedes creen que un presidente es feliz con una economía parada?».
Dijo que sigue «día a día» cómo evoluciona la ocupación de camas en el país y adelantó que el lunes va a viajar a Mendoza a ver «cómo» se puede ayudar, en un marco en el que el gobernador «ya tomó medidas más restrictivas» frente al crecimiento de casos.
Agregó que seguirá «hablando con todos los gobernadores», que «hace un mes y medio tenían una perspectiva distinta en su provincia que la que tienen hoy» por la expansión del virus por todo el país, más allá del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Finalmente, respecto a la apertura de actividades en la ciudad de Buenos Aires, explicó que lo que los intendentes plantean es «el efecto demostración», es decir que lo que ocurre en un lugar «comienza a repercutir en otros lados».
Además, mencionó que la actividad industrial está «en el mismo nivel que el 19 de marzo» cuando comenzó el aislamiento y que eso está demostrado en que «se consume la misma energía».
Dijo en este sentido que no es lo mismo una industria que un comercio, ya que la primera se maneja con protocolos y empleados y el segundo con gente que entra y sale y son desconocidos.
Sin devaluación
Fernández descartó una devaluación del peso, al responder una pregunta concreta en ese sentido, calificó de «malos» a los cepos cambiarios y exhortó a que la gente confíe más en la moneda nacional.
El Jefe de Estado fue explícito y dijo: «No está en mis planes», al responder una consulta sobre una eventual devaluación de la moneda nacional.
En referencia a la demanda creciente del denominado dólar ahorro, el presidente señaló que «ese es un problema muy serio y la verdad es que quisiera que la gente confíe más en nosotros».
«Los cepos son malos, no potenciaría el cepo, tenemos que ver cómo podemos acumular más dólares. Queremos que la gente confíe más en el peso. Ahora tienen bonos en pesos que están funcionando muy bien» en el mercado, aseveró el presidente.
Al evaluar la situación de la economía, Fernández expresó que «estamos saliendo, el consumo está aumentando y el uso de la energía para la actividad industrial es igual que antes de la pandemia».
«Hicimos un gol, fue el lunes, ¿podemos festejar un ratito?, ironizó Fernández en referencia a la renegociación de la deuda emitida bajo ley extranjera, para luego subrayar que «al cabo de 10 años, nos ahorramos 38.000 millones de dólares y sólo tenemos que pagar 4.800 millones de dólares en cuatro años».
Al ser consultado sobre cómo se sigue tras el arreglo de la deuda con los acreedores externos, el Presidente dijo que «ahora viene la negociación con el Fondo Monetario Internacional».
«La Argentina debe desendeudarse debe procurar crecer más, debe tener un dólar competitivo para exportar más. Nosotros ya tenemos programado como seguir», subrayó.
Más adelante, puntualizó que «el 15 de septiembre tenemos que presentar el presupuesto 2021 y allí van a tener una idea de cómo van a ser las metas fiscales y la política monetaria y cambiaria para el próximo año».
En referencia a los reclamos por la falta de un programa económico, Fernández subrayó que «aquellos que reclaman por un plan, les recuerdo que con todos los planes que se presentaron así nos fue».
Caso Solange
Por otro lado, se refirió en la noche de este miércoles al caso de Solange Musse, la joven que murió en Córdoba en medio de una polémica porque a su padre no lo autorizaron para ingresar a la provincia para poder despedirse de ella ya que estaba enferma de cáncer.
El padre de Solange escribió en Facebook una carta con duras críticas por todo lo que le tocó vivir: «Usted (por Alberto Fernández) y el Gobierno de Córdoba le quitaron la libertad y sus derechos a mi hija».
La carta abierta del padre de Solange al Presidente: “Usted y el gobierno de Córdoba le quitaron la libertad y sus derechos a mi hija»
En la entrevista con TN, el Presidente se refirió a este tema reconociendo que no había leído la misiva y que tenía un conocimiento «muy por arriba del caso».
«Qué le puedo decir yo a un padre que perdió su hija. Lo único que puedo hacer es mostrarle mi solidaridad para con él. No le voy a contestar a un padre que pasó por semejante desgracia», remarcó el mandatario.
«Lo único que puedo hacer es estar de su lado, y si puedo hacer algo para calmar su pena, lo haré», finalizó. (Télam y La Voz)