El presidente Alberto Fernández llamó hoy a dejar «las diferencias del pasado» entre los Gobiernos de Argentina y Brasil, durante una videoconferencia con el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, en la que ambos se pronunciaron por reforzar la integración bilateral y la del Mercosur.
Los jefes de Estado encabezaron hoy, a través de una videoconferencia, la ceremonia por el Día de la Amistad Argentino-Brasileña, que conmemora el encuentro que hace 35 años mantuvieron los exmandatarios Raúl Alfonsín y José Sarney en Foz de Iguazú, donde alcanzaron acuerdo que luego dieron origen al Mercosur.
«Celebro este encuentro para darle al Mercosur el impulso que está necesitando y es imperioso que Brasil y Argentina lo hagan juntos», dijo el mandatario argentino, quien bregó por dejar «las diferencias del pasado y encarar el futuro con las herramientas que funcionen bien» para «potenciar todos los puntos de acuerdo».
Según se informó oficialmente, antes del acto oficial, los jefes de Estado mantuvieron una videollamada privada y durante el encuentro público destacaron el rol del Mercosur como herramienta de integración.
Al respecto, Fernández sostuvo que aquel encuentro entre Alfonsín y Sarney fue muy importante porque «por primera vez empezó a pensarse en la integración del continente».
En cuanto a la cooperación bilateral, Fernández señaló que se sigue avanzando en materia de seguridad y fuerzas armadas y llamó a trabajar juntos «en el tema ambiental».
«Debemos hacer un acuerdo de preservación», dijo Fernández, y subrayó que existen «oportunidades en el desarrollo para proveer de gas a Argentina y a Brasil».
El presidente brasileño destacó al Mercosur como el «principal pilar de integración» y pidió generar «mecanismos más ágiles y menos burocráticos» en el marco del organismo regional.
También expresó su voluntad de avanzar en áreas de interés común, «en especial, en el ámbito del turismo», y en los sectores de «industria de la defensa» y «lucha contra el narcotráfico».
«Nuestras Fuerzas Armadas tienen una excelente integración. Fortaleceremos nuestra integración en las industrias de la defensa y avanzaremos en la lucha contra el narcotráfico y el crimen trasnacional», dijo.
En el cierre de la ceremonia, el exmandatario brasileño José Sarney, de 90 años, deseó «éxito en el gobierno» al presidente Fernández y explicó: «Esta fecha fue elegida para recordar el comienzo del Mercosur, cuando estábamos en búsqueda de crecer y formar un grupo competitivo a nivel internacional para ampliar la integración de nuestros países».
El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, señaló que el encuentro «tuvo un gran espíritu de dejar atrás los desencuentros» y así poder «mirar hacia el futuro».
Según el diplomático, la reunión se realizó en tono «ameno» y el fútbol sirvió para distender el diálogo.
Scioli explicó que el Presidente argentino afirmó que la rivalidad entre ambos países «hay que dejarla para el fútbol», momento en el que Bolsonaro brindó «las condolencias por la muerte de Maradona, diciendo que era un ídolo popular».
Además del exgobernador bonaerense, en el primer encuentro bilateral entre los mandatarios al presidente Fernández lo acompañó el canciller Felipe Solá.
Por parte de Brasil, participaron el titular de la cartera de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Flavio Viana Rocha.
Desde que asumió, Bolsonaro se reunió varias veces con el expresidente Mauricio Macri: la primera de ellas en enero de 2019, a tan sólo dos semanas de haber llegado al Palacio do Planalto, y la última, seis jornadas antes de que el líder de Cambiemos dejara la Casa Rosada.
Al momento del cambio de Gobierno en Argentina, la administración brasileña decidió que fuera el vicepresidente Hamilton Mourão quien representara a ese país en la ceremonia de asunción de Fernández.
De allí en adelante, con la pandemia de coronavirus como escenario, nunca hasta hoy se había concretado un diálogo público entre los mandatarios.
Brasil es uno de los principales socios comerciales de la Argentina y la cooperación bilateral también se da en ámbitos como el de la salud pública, para la que el país vecino permitió de manera excepcional la exportación de Midazolam, un insumo crítico para el tratamiento de pacientes con coronavirus en estado grave. (Télam)