Lionel Messi tuvo actores de reparto argentinos pero como siempre fue el actor principal, el protagonista de un nuevo éxito de Inter Miami, esta vez ganándole de visitante 5 a 3 por penales a FC Dallas para pasar a cuartos de la Leagues Cup luego de empatar 4 a 4 en los 90 minutos regulares con un primer gol suyo a cinco minutos de empezado el cotejo y otro, de tiro libre faltando el mismo tiempo para el epílogo, luego de estar perdiendo 4-2.
Y una vez más, como con la selección argentina, como en Europa, ahora en Estados Unidos o en cualquier lugar del mundo, Messi lo hizo. Hizo el milagro de remontar casi en soledad un partido prácticamente perdido. Con goles, golazos, y una magia que no se apaga y, por el contrario, sigue haciendo crecer la leyenda hasta límites inconmensurables.
Pero al principio el entrenador español de FC Dallas, Nicolás Estévez pareció tener claro desde el arranque como había que jugarle a un equipo con tres ex barcelonistas como Messi, Sergi Busquets y Jordi Alba, porque salió a presionar desde el arranque al Inter Miami de otro que pasó por el equipo «blaugrana» y dirigió a todos ellos como Gerardo Martino.
Y de hecho en los pies del oriundo de Tanzania, Bernard Kamungo tuvo la apertura del marcador antes de los dos minutos, pero el VAR le anuló esa conquista por posición adelantada.
Pero la inmediata respuesta de los de Miami fue una combinación que seguramente «se le pasó» al valenciano Estévez, como la que revivieron desde sus buenos viejos tiempos en Barcelona un subido Jordi Alba, que este domingo fue titular por primera vez, y Messi.
El lateral izquierdo llegó al fondo y tocó hacia atrás para la entrada franca del rosarino pisando el área grande para abrir el tanteador con un zurdazo bajo de primera con el pie abierto de par en par.
Iban cinco minutos y Messi convertía su sexto gol en cuatro partidos, y en tres de ellos haciéndolo antes de los ocho minutos de comenzado el juego.
Todo parecía por entonces «color de rosa» para los del «Tata» Martino más allá de la cromática de su camiseta, pero la noche aparentemente otra vez argentina iba a pintarse de rojo, y el protagonismo de Messi iba a ser acaparado por sus compatriotas, Facundo Quignón (ex San Lorenzo) y Alan Velasco (ex Independiente).
Es que no sintió el impacto de la adversidad en el marcador el conjunto local, que contó con el pleno apoyo de su parcialidad pero no así de su «barra brava» estadounidense, denominada Murga 117, que no pudo ingresar porque «se quedaron sin entradas».
Los aficionados de Inter Miami, en tanto, no pudieron lucir camisetas rosas que los identificaran, pero se «acercaron» bastante luciendo las de la selección argentina, de Barcelona, de PSG y hasta de River Plate, como para demostrar hacia donde iba direccionado su apoyo.
Entonces, conforme iba transcurriendo el tiempo los anfitriones empezaron a jugar cada vez más cerca del área visitante, ya que Dallas recuperaba lo más alto que podía y salía muy rápido en pos de la última línea de Inter Miami.
Y así a los 37 minutos apareció Sebastián Lletget para alargar por izquierda a Marcos Farfán, quien lanzó como en la jugada anterior de Alba y Messi hacia Quignón, que con un toque sutil y esquinado logró la paridad. Fue la segunda conquista del ex Lanús en 22 partidos jugados esta temporada.
Y el que sí sintió el golpe de la paridad fue Inter Miami, que lució desconcertado y quedó expuesto a la voracidad de Dallas, que sobre el final, a los 44 minutos pasó al frente en el marcador tras una gran acción personal del tanzano Kamungo.
Ese sorprendente final del primer tiempo iba a quedarse corto con lo que vendría en el complemento, cuando Dallas no solamente renovó la presión alta exhibida en la etapa inicial, sino que además la intensificó, dejando expuesto que por más nombres rutilantes que hayan llegado a Miami, el de Martino es claramente un equipo en formación táctica y grupal.
Y como consecuencia de ello a los 18 minutos apareció el argentino Velasco en el borde del área chica visitante para corregir un centro-pelotazo cruzado y colocar a su equipo dos goles arriba en el resultado.
Pero que la noche era argentina no cabía duda, porque el «Tata» tiró a la cancha al chico Benjamín Cremaschi, de 18 años, hijo de padre y madre mendocinos, quien como Messi recibió en el medio del área local una habilitación precisa de rastrón de Jordi Alba para recortar a un 2-3.
Claro que en esos cinco minutos infernales la desgracia parecía ensañarse con Inter Miami, porque el socio ideal hasta el momento en el ataque de los rosados, el finlandés Robert Taylor bajó a defender, algo a lo que no acostumbra, y demostró que a diferencia de su homónimo, el célebre actor estadounidense que brillara en el Hollywood de los años 40 y 50, no es «el hombre del perfil perfecto», como se lo conocía al nacido en Nebraska.
Es que este Taylor de 28 años quiso cortar un centro bajo con pierna cambiada y su toque de derecha no hizo más que enviar el balón al fondo del arco defendido por Drake Callender.
Entonces apareció en escena otro actor tan notable en lo suyo como el Robert Taylor que este sábado hubiese cumplido 112 años: Lionel Messi, Y de su pie zurdo empezó a gestarse un empate impensado.
Primero, a los 35 minutos lanzó un centro desde la izquierda que Farfán cabeceó insólitamente contra su propia arco como si fuera un delantero más de Inter Miami, y cinco después, tras una falta cerca del área local que le cometieron al Taylor de Finlandia, «Lío» marcó otro gol postrero de tiro libre como el de la primera fecha para vencer a Cruz Azul, consagrando además su tercer doblete consecutivo y su séptimo tanto en cuatro juegos.
Entonces todos los caminos condujeron, después de un 4 a 4 «ultra emotivo», condujeron a una no menos trepidante definición por tiros penales, la siguiente después de la que Messi vivió nada menos que en la final del Mundial de Qatar ante Francia.
Y todo se pareció bastante a aquella del 18 de diciembre pasado, porque Messi arrancó rematando y convirtiendo, algo que repitieron los cuatro compañeros que lo siguieron, cerrando la historia el pibe Cremaschi con el penal decisivo para el 5 a 3 final.
Ahora Inter Miami deberá esperar por el cruce de este lunes a las 23 de Argentina para conocer a su rival de cuartos de final que surgirá del cruce entre Charlotte FC y Houston Dynamo. Pero este domingo solo hubo tiempo para celebrar al mejor del mundo, que pese a compartir protagonismo con sus compatriotas, terminó siendo el actor principal. Como siempre y donde sea. (Télam)